CAPÍTULO LXIII

388 60 25
                                    

Jooheon POV

Recién ahora, después de dos meses, las cosas están empezando a calmarse. Luego de que Cha Nam les disparara a todas esas personas en la corte y aceptará su responsabilidad en la muerte de los padres de Changkyun, él paso un mes y medio en el hospital, hasta que finalmente pudo ser juzgado y encarcelado por sus crímenes.

Ya nada no nos sorprendía de cada cosa nueva que descubríamos que había hecho todos estos años. Una a una, todas sus mentiras, todos sus engaños, todos sus asesinatos fueron descubriéndose al mundo y la opinión pública le dio la espalda. El único que lo visito durante casi un mes en el hospital, y bajo supervisión policial fue Song, el chico que Dae Hyun mencionó era su nuevo amor, pero incluso él ya dejó de aparecer.

Aunque sus asesinatos eran más que evidentes, Moonbyul pudo conseguir las pruebas necesarias para que Hyuna consiguiera la sentencia de tres cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional, lo que me lleva a estar ahora donde estoy con Hyunwoo.

—Por qué no puedo entrar contigo?— pregunto por enésima vez.

—Jooheon, ya pareces un chico de cinco años. Ya te expliqué que es mejor que vaya solo—

—Ok. Lo entiendo, eso es lo que me gustaría tanto ver la cara que pone—

—Lo sé. Privilegios de ser yo— me dice guiñando un ojo y sale del auto.

Yo lo veo alejarse y entrar a la prisión de máxima seguridad como si estuviera entrando a un supermercado. Aquí y ahora, él está en su elemento. Después de todo, no sería mi jefe de seguridad si no fuera quien es.

...

Hyunwoo POV

Mientras avanzó por los pasillos de la prisión luego de hablar con el director, leo el último mensaje de Kihyun recordándome el horario de la ceremonia de graduación y que no debo llegar tarde. Sonrío y guarda el teléfono en mi bolsillo.

Los guardias apostados a cada lado del pasillo haciendo una respetuoso reverencia al verme pasar. Se supone que, sí quiero ver a Cha Nam, debería hacerlo en la sala de visitas, con el vidrio blindado de por medio para mayor seguridad. Pero eso no se aplica a mí.

Finalmente, llegó al comedor común de los reclusos justo en su momento de mayor ebullición. Todos están comiendo, charlando incluso algunos riendo.

Los guardias presentes que vigilan a los reclusos, así como los que están apostados en balcones del piso superior inclina en su cabeza a mi paso, mientras que los reclusos me miran asombrados.

Camino seguro, como si estuviera en el comedor de una escuela secundaria. Nadie me habla, nadie me interrumpe, nadie se mete conmigo, bueno, casi nadie.

—Ey amiguito ¿quién eres? ¿qué haces aquí? ¿quieres divertirte un rato conmigo?— me dice un hombre grande y musculoso que se para frente a mí. Debe haber llegado hace poco o ser extranjero para no saber quién soy.

—Si no quieres que está sea tu última comida, te recomendaría que vuelvas a sentarte y te calles— le digo fulminandolo con la mirada.

Instantáneamente, las armas de todos los guardias lo apuntan. Él mira nervioso a todos ellos y luego se sienta sin decir nada más. Yo sigo mi camino.

Cuando llegó frente a Cha Nam, los reclusos que están sentados frente a él se recorren para hacerme lugar y yo me siento entre ellos. Cha Nam me mira.

—Qué? ¿Tu gran jefe no se animó a venir en persona y mandó a su lacayo?—

—Mi imperio no está en los hoteles y empresas como el de Jooheon, pero no por eso es menos poderoso— le respondo y él entrecierra los ojos.

❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora