CAPÍTULO XXXVI

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Changkyun POV

Estoy de mal humor. ¿Atender la tienda del libro siempre fue así de... aburrido? Es jueves y no he podido ir a la oficina en toda la semana. Tampoco me dejaron visitar a Hyunwoo. Él está mucho mejor y una vez que el detective logró hacer hablar al hombre que disparo contra Jooheon e hirió a Hyunwoo, descubrieron que en verdad Perla es la autora intelectual del atentado, los periodistas dejaron de perseguir a Jooheon por todos lados y se centraron en su padre.

Al fin ayer por la noche, se retiraron del hospital cuando los directivos amenazaron con llamar a la policía si no respetaban la santidad del establecimiento.

Mi vista pasea por las distintas estanterías. Ya hice todo lo que podía hacer por hoy, así que solo me queda mirar el techo y esperar que entre algún cliente. Al menos, Jooheon ya debe estar por llegar. Va a pasar a buscarme ya que Kihyun nos pidió a todos que vayamos al hospital esta tarde.

Ni siquiera puedo entretenerme con la facultad ya que el periodo vacacional comenzó la semana pasada. Suspiro.

¿Lo peor de todo? Extraño a Jooheon todo el tiempo. Todas estas noches, él se quedó en mi apartamento y me costumbre a su presencia, excepto anoche que volvió a su casa, que para esta altura ya también está libre de periodistas.

Si bien todavía no estoy listo para avanzar un paso más, sé que no falta mucho, pero no quiero separarme de él. Me siento como una adolescente con su primer enamoramiento. Quiero saber lo que hace a cada minuto. Quiero tenerlo junto a mí todo el tiempo. Realmente quiero vivir con él. Quiero seguir trabajando con él y el fin de la pasantía de dos meses se acerca. ¿Cómo plantearle esto a Jooheon sin parecer... necesitado?

—Aaaaaaaaaah— grito frustrado mientras mis manos revuelven mi cabello.

—¿Día complicado?— me dice una voz que resuena desde la puerta.

Levantó la cabeza y mi mundo se viene abajo. ¿Qué demonios hace él aquí?

—¿Qué haces aquí?— le pregunto y me muevo hasta colocarme detrás del mostrador, acercándome al bate de béisbol que tengo escondido desde el día que Jooheon me causó un ataque de pánico sin querer. Pruebas o no pruebas, sé que él es el responsable de esas horribles cartas. Hay algo en Jiho que nunca me gustó.

—Te extraño en la oficina, y quería saber cómo estabas ¿Por qué ya no vienes a trabajar?— me dice él por ahora manteniéndose del otro lado del mostrador. Mi puño se cierra sobre el bate de béisbol.

—¿Cómo descubristes dónde vivo?— le pregunto. Jiho comienza a caminar lentamente para rodear el mostrador y acercarse a mí.

—Trabajo en la sala de archivos ¿Recuerdas? No es difícil para mí ver los legajos del personal— me dice y se acerca un poco más.

Yo levanto el bate. Realmente prefiero que piense que estoy loco a que pueda tocarme. Vamos Jooheon ¿Dónde estás?

—Hey! ¿Qué haces con eso en la mano? Solo estamos hablando— me dice levantando ambas manos a modo de defensa, pero reconozco su mirada. Es la misma mirada que tenía Jooheon aquel día en el baño del club nocturno, la misma mirada del día que tuve un ataque de pánico. La mirada del cazador. Y no tengo ninguna intención de convertirme en su presa.

—Si quieres hablar podemos hacerlo sin necesidad de que te acerques a mi. Jooheon está por llegar en cualquier momento. No te recomiendo estar cerca de mí cuando él llegue— le digo.

—¿Realmente crees que me trago el cuento de que ustedes son novios? Se la forma en que me miras. Yo también te deseo Changkyun, podemos pasar buenos momentos juntos— me dice y vuelve a acercarse. Si crees que faroleando con el bate, está muy equivocado.

❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora