Changkyun POV
Me despierto sobresaltado. Cómo siempre. La sombra de la pesadilla de a poco se aparta de mi mente y miro a mi alrededor. No estoy en la casa donde crecí, no estoy a su merced. Estoy en mi apartamento, sobre mi librería, en control de mi vida. Miro el reloj en la mesita de luz y veo que aún es temprano.
Salgo de mi habitación y voy hacia el baño para tomar una ducha. Odio tener pesadillas todavía. Solo sirven para recordarme lo estúpido que fuí, lo que dejé que me hiciera. ¿Cómo pude ser tan débil?
El agua caliente golpea mi rostro y yo cierro los ojos, dejando que me lave por dentro y por fuera, como si su pureza, pudiera limpiar de una vez por todas la suciedad que aún siento en mi piel. Lamentablemente no lo logra. Estoy sucio por dentro, roto. Ni siquiera los años de terapia han podido sacarme esta sensación, aunque si me han ayudado a seguir viviendo. Eso me recuerda que tengo una cita con el Dr. Baek mañana por la mañana. Él es solo cinco años mayor que yo, pero lo prefiero así, no pude abrirme con el doctor que Hoseok me consiguió antes que él. Me recordaba demasiado a mi tío. El Dr. Baek tiene un aspecto rudo, pero en realidad es muy amable. Algunas veces me recuerda a mi padre.
Salgo de la ducha y miro el sofá. Minhyuk todavía está durmiendo pero recuerdo que él me dijo que tenía clase ahora en la mañana así que decido despertarlo luego de apagar la luz de entrada al departamento que Min me pide siempre dejar encendida.
-Minhyuk... Min despierta. Recuerda que tienes clases en dos horas, y no sé si tienes los libros que necesitas- le digo mientras lo sacudo despacio intentando que se despierte.
Él abre los ojos y primero se sorprende al verme, pero a los pocos segundos su rostro se suaviza y me sonríe. Frota sus ojos y comienza a despertarse.
-Puedes tomar una ducha si quieres, mientras prepararé algo de desayunar- le digo y voy hacia la cocina.
-Gracias Changkyun- oigo que me responde.
Preparo el café, el jugo de naranja, las frutas, el pan, el queso y la mermelada. Siempre me gustó el desayuno continental. Una mala costumbre que adquirí con mis padres ya que siempre desayunábamos en distintos hoteles debido a su trabajo y nunca pude dejar. Justo cuando estoy por servir el café con leche, Minhyuk aparece en la puerta de la cocina todavía secándose el pelo. Le indico que se siente en la isla frente a mi y él lo hace contento.
-¿Cómo están tus muñecas?- le pregunto.
-Perfectas Chang. Sabes que esas esposas de cuero no deja marcas ni nada. Ni siquiera las siento cuando las tengo puestas- me dice sonriendo mientras unta una tostada con queso y mermelada.
-Me alegra. En la mesa del comedor tienes el dinero- le recuerdo para que no lo olvide como la última vez.
-Changkyun, se que solo soy una puta y no sé si es mi lugar preguntártelo, pero, ¿Por qué pagarme cuando podrías tener a quien quisieras? Eres increíblemente sexy y definitivamente eres bueno en la cama. Atas mis manos, me montas, incluso te preparas a tí mismo. Nunca me dejas tocarte por lo que no puedo ni masturbarte. Tu haces todo el trabajo y aún así, me pagas el doble de lo que te pido- me dice Minhyuk y se que su pregunta es sincera.
¿Cómo explicarle que no soporto que me toquen? Cómo explicarle que, aunque sea gay, me gusta ser el pasivo, y adore tener sexo, ¿No soporto estar debajo de nadie? ¿Cómo explicarle sobre mis ataques de pánico?
Realmente fue una suerte conocer a alguien como Minhyuk.
Por casualidad mientras estaba en la cafetería de la facultad, lo escuché hablando con alguien. Resultaba obvio por el tipo de conversación que estaban teniendo, que era uno de sus clientes, o alguien que pretendía serlo, así que luego de juntar coraje, me acerque a él para pedirle que me brindara sus servicios. Luego de hablar varias veces para conocernos lo suficiente para saber que no teníamos ninguna enfermedad (lo cual llevo porsupuesto varios días en los que ambos nos realizamos exámenes de sangre) y ganar confianza suficiente para hablar de lo que esperábamos, comenzamos este tipo de relación.

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❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~
FanfictionJooheon y Changkyun crecieron manteniendo el mismo estilo de vida. Sus padres eran ricos, obcenamente ricos. Pero cuando los padres de Changkyun murieron, su vida dió un giro de 180 grados. A mediados de sus veintes, uno es el dueño de las compañías...