❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~

CAPÍTULO XLVI

Changkyun POV

Después de dejar a Kihyun quien parece va a encontraste con Hyunwoo, voy hacia el restaurante que elegí para esperar a Jooheon. Ya le envié un mensaje de texto informándole del lugar y él me aseguró llegará en media hora.

Estoy comenzando a sentir un pequeño dolor de cabeza y picazón en la nariz. Señal de que estoy por resfriarme. ¡Justo lo que necesito para comenzar mi vida de casado!

Miro el papel que tengo en mis manos con el nombre y el teléfono de la empleada de la joyería. Quiero dejarlo pasar, pero cada vez que recuerdo sus ojos, el enojo me invade.

Como prometió, antes de que pasara media hora llega Jooheon y luego de saludarme con un beso, se sienta frente a mí.

Un mesero viene a atendernos y luego de que le pidamos lo que vamos a comer, se retira para cumplir con nuestros pedidos.

—¿Qué pasa?— me pregunta Jooheon.

—No es nada— digo, pero se que no soy convincente.

—Vamos dime— me insiste.

—Tengo algo para tí— digo desviando el tema, sus ojos se llenan de curiosidad.

Coloco la pequeña caja con nuestros anillos sobre la mesa y Jooheon abre los ojos de par en par.

—Changkyun... qué...? Yo...—

—Sí, ya se que le pediste a Hyungwon que se encargara de los anillos, pero a pedido mío, él no hizo nada. Yo quería hacerte este regalo. Espero que te gusten— le digo sonriendo, ahora algo avergonzado.

Jooheon abre la caja y mira por largo rato. Saca el anillo con líneas doradas y lee la inscripción en su interior, para luego hacer lo mismo con el otro.

—¿De qué es ID?— me pregunta.

—Mi otro nombre comienza con esas letras. Quise que estubiera presente también— digo encogiéndome de hombros. Él me sonríe, pero no indaga más. Buen chico.

—Extiende tu mano— me dice y cuando lo hago, él coloca el anillo en mi dedo anular para luego besar mi mano.

—Tu turno— le digo. Él extiende su mano y luego de colarle el anillo, entrelazo mis dedos con los suyos.

—Son hermosos Changkyun, gracias— me dice. En su voz se nota lo emocionado que está.

Poco después el mesero llega con nuestros pedidos y una botella de champaña.

—Emm, no pedimos esto...— dice Jooheon.

—Es una atención de la casa. Desde la barra vimos lo que pasó recién.¡Felicidades!— nos dice el camarero y cuando miramos hacia la barra vemos dos camareros más y el bartender sonriéndonos alegremente.

—Muchas gracias— decimos Jooheon y yo al mismo tiempo. Pase lo que pase, alguien acaba de ganarse una buena propina.

—Ojalá todos fueran así...— murmuro recordando de repente a la infame empleada de la joyería, para luego darme cuenta de mi error.

—¿Vas a decirme lo que pasó?— dice Jooheon recordando mi mal estar al principio.

—Una tonta discusión que tuve más temprano, no es nada—

—Dime...—

—La empleada de la joyería resultó ser vieja amiga tuya— le digo y él se ahoga con su bebida.

—¿Quién?— me dice y yo le entrego el papel. Sus ojos no demuestran el menor reconocimiento.

—No se quien es...— me dice.