CAPÍTULO XXXIV

580 74 13
                                    

Jooheon POV

¿Qué demonios es ese sonido? ¡Dios quiero dormir! Ok, no soy una persona amable por la mañana. Hay una razón por la cual durante la semana me levanto una hora más temprano que lo necesario y es para poder realizar mi rutina matutina despacio y tranquilo.

El horrible sonido sigue sonando y parece ganar intensidad. Me siento en la cama y busco algo en la mesita de luz que me sirva para callar ese
aparato del demonio.

Finalmente, mi mano encuentra lo que parece ser una pirámide egipcia lo suficientemente pesada y la arrojo con fuerza al poseido objeto que no deja de moverse por el piso. Como siempre, tengo una excelente puntería y el maldito bochinche cesa de inmediato.

—¿Acabas de matar mi reloj?— me pregunta Changkyun inclinándose sobre el marco de la puerta con los brazos cruzados y una ceja levantada.

¡Oh mierda!

Recién ahora me acuerdo donde estoy, recién ahora mi mente se despierta por completo y efectivamente si, acabo de matar su reloj.

—Oh dios mío. Lo siento Changkyun. ¡Lo siento tanto!— digo tapando mi boca con mis manos.

—Y era uno de los recuerdos de mi madre...— dice Changkyun y mis ojos se abren aun más.

Mi culpabilidad aumenta y evidentemente Changkyun lo nota porque empieza a reírse a carcajadas. Lo miro entrecerrando los ojos y con el entrecejo fruncido.

—Me mentiste— digo levantándome de la cama de a poco.

—No!— me dice apuntando con su dedo índice y dando unos cuantos pasos hacia atrás.

Yo camino hacia él lentamente, como un depredador acechando su presa. Changkyun se aleja, pero tiene una sonrisa juguetona en sus labios, hasta que pone el sofá entre nosotros.

—Eso no te va a salvar...— le digo y corro hacia él.

Sorprendiéndolo, salto sobre el sofá y logro rodear su cintura con mis brazos antes de que se escape, abrazándolo por detrás. Mis labios van a su cuello, pero él se tensa. Estoy empezando a reconocer esa reacción así que lo suelto enseguida.

—¿Estás bien?— le pregunto.

—Si, no te preocupes— me dice y rodea mi cuello con sus brazos así que yo abrazo su cintura.

No es difícil pensar el porque aún le incómoda no poder verme cuando lo toco. Solo, me deja llevar.

—¿Y mi beso de buenos días?— le digo y me acerco a él, pero él pone su dedo índice en mis labios.

—Luego de que te laves los dientes. Ya casi está listo el desayuno— me dice sonriendo.

Yo le sonrío de igual manera y voy a cumplir con mi rutina matutina. Ni bien termino, me acerco a Changkyun y vuelvo a rodearlo con mis brazos. Se siente tan bien sentirlo cerca.

—¡No me pateaste!— le digo de pronto dándome cuenta de que amanecí en su cama.

Evidentemente estaba más cansado de lo que creía porque me dormí sin darme cuenta. En lugar de contestarme, Changkyun se sonroja. ¿Qué?

—Changkyun ¿Por qué estás canalizando tu Hyungwon interno?— le pregunto.

Es un chiste que siempre hacemos con Hyunwoo. Hyunwoo. Cuando fui al baño, revise mi celular y vi que no tenía llamadas ni mensajes. Dentro de todo, eso es algo bueno. Significa que no hay novedades, ni buenas, ni malas.

—No sé de qué hablas— me dice, pero mira hacia otro lado.

—Dime que paso... es evidente que no me pateaste así que ¿cuál es el problema?—

❛𝐌𝐢𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora