Capítulo 30.

341 27 5
                                    

Leah.

Suspiro pesadamente mientras colocó mi cabeza en el volante.

Menudo día.

Mi teléfono suena y miro el correo. Es Topanga. Me ha enviado la carta. Ya las tenía todas.

Volvería al equipo de porristas.

¿Pero por qué no me sentía feliz?

Nada en este momento me hacía feliz. Mi hermano sabía su historia, yo sabía la mía, mis padres se estaban divorciando, Jayden se había encerrado en su burbuja y Halle estaba tan nerviosa intentando integrarse en su nueva familia.

Mi unicos momentos de tranquilidad, hasta ahora el único sentimiento más cercano a la felicidad que tenía, eran con Adrien.

Por eso estaba en su oficina, su trabajo soñado en Anderson's Law.

Bajo del auto y me adentro en el lujoso edificio. La empresa de papá no derrochaba tanto lujos cómo este buffet. Creo que hasta el portero lucia mejor ropa que yo.

Me acerco a la recepcionista.

– Hola, deseo ver al señor Carter. Adrien Carter.

– Hola. ¿Tiene cita?

Niego con la cabeza y suspiro. – Soy su novia.

La chica me mira con una ceja alzada, lo cual supongo que es normal al ver una chica casi puberta diciendo que su novio era un hombre al cual solo le faltaban cuatro años para los treinta.

– Su oficina está en el piso de abajo, la 23-B, necesitaré su nombre antes de dejarla pasar... políticas de la firma.

– Leah Sprayberry.

La mujer teclea en su computadora y asiente. – Puede pasar.

Le doy una sonrisa forzada y me dirijo al ascensor. Una vez entro y marco el piso, pasa. Un nudo se forma en mi estomago. Un mal presentimiento.

Frunzo el ceño mientras salgo del ascensor y me acerco a la puerta que marca 23-B y entonces pasa.

Lo escucho.

Gemidos.

Miro nuevamente la puerta confundida y el nombre que está al lado "Adrien Carter". Pego la oreja para poder oír mejor, quizá estaba confundida.

Debería estarlo.

Son gemidos. Gemidos de un hombre y una mujer.

Gemidos de Adrien y otra mujer.

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

No.

Adrien me ama.

Dijo que me ama.

Él no podría hacerme esto.

Todos menos Adrien.

Tomo el pomo de la puerta, la misma se encuentra trancada.

Mi corazón comienza a doler y evalúo la posibilidad de tocar la puerta hasta tumbarla y darle un espectáculo.

Leah Meets WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora