Capítulo 28.

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Quisiera aclarar algunas cosas:

1. Alan está estudiando Arquitectura. Él y Adrien están un pocos mayorcitos ya, pero mi objetivo es demostrar que aveces tu carrera puede tomar más de la cuenta y eso no tiene porque avergonzar. Ambos están a punto de graduarse, después de casi ocho años, solo un par de materias de maestría y listo.

2. Maya y Dylan siempre han sido sobreprotectores con sus hijos, en especial con Leah. Sin embargo, con los problemas y las constantes peleas que tienen, ya no le ponen la misma atención de antes y por eso no se dan cuenta si duerme o no en casa.

3. Josh nunca se casó ni "tuvo" hijos. Es un reconocido científico que se dedicó a la vida académica universitaria. La razón por la cual no quiere despegarse de Leah, aparte de ser su hija, es que le recuerda mucho a Maya.

4. Alan, Leah, Jayden y ahora Halle, no conocen a los amigos de sus padres, en excepción de Mason, ya que nunca se dio la oportunidad. Y sus hijos crecieron tan rapido, que se dedicaron a sus propias cosas sin importar las relaciones de sus padres.

5. El círculo familia de los chicos Sprayberry, se limita a Shawn, Katie y las gemelas que ambos tuvieron en el primer libro y que nunca han tenido diálogo en las novelas ya que no es relevante, y al padre de Dylan y sus infinitas "novias", dando a entender que Dylan y Tyler Posey, ya no son hermanastro desde el primer libro.

Ahora si, los dejo con el capítulo :)


Leah.

Cuando tenía ocho años, pasé todo el verano con un yeso en mi brazo izquierdo. Siempre me había gustado llevarle la contraria a mi mamá, por eso cuando dijo que si una cometa se quedaba atascada en un árbol, le dejara ahí, yo hice lo contrario. Había subido a rescatar mi cometa, la cual me había regalado Alan por mi cumpleaños, era de la forma de un insecto, una mariquita, específicamente, y no quería perderla. Nunca había escalado un árbol, por lo cual no demore mucho en caer, amortiguando en golpe con mi brazo izquierdo. Había partido el radio de mi muñeca y otros moretones horribles.

Mamá estaba furiosa, su cara estaba roja mientras cargaba a Jayden en su cadera y me miraba como si quisiera ahorcarme con la intravenosa que estaba suministrándome mis medicinas, papá me sobaba mi cabello mientras el doctor daba las indicaciones, Alan y Adrien... estaban dormidos en el sillón de la habitación.

Fue un verano horrible, todos mis amigos iban a la piscina, manejar bicicleta, soltar la soga... y yo estaba amargada. Tenía que hacerlo todo con una mano, vendar mi brazo con un cartucho para poder bañarme y la picazón era horrible. Un domingo me senté al lado de papá mientras veía un concierto viejo de Beyonce, en su mano tenía una cerveza y la otra estaba sobre su estomago trabajado.

– ¿Por qué no fuiste a jugar con Heather y Jenna?

– Jenna quiere jugar a las muñecas y con esto no puedo hacer trenzas, todos usan trenzas... y mamá está enojada, por eso no me la hace ella.

– Ah.

La artista comienza otra canción, cuando siento a mi papá levantarse y subir las escaleras, comienzo a pensar que me a dejado sola cuando lo veo bajar con dos coletas rosadas y mi peine del mismo color.

– Colócate en el suelo, mi hija no puede estar fuera de moda.

Con su ayuda, me siento en posición india en el suelo y el toma lugar en el sofá, comienza a desenredar mi cabello mientras tararea la canción que suena, luego de un rato me toca el hombro.

– Estas lista, Leah Lee.

Me tiende un espejo y abro los ojos... guau.

– Están hermosas, papá. Gracias.

Leah Meets WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora