Sentence

XXXII

*Anton*

Tocan a la puerta y me dirijo a abrir. Pamela entra antes de que esté completamente abierta y Dylan entra detrás con las manos en los bolsillos y la cara como si hubiera cometido el peor fracaso de su vida.

Pamela se va directo a la habitación que comparte con Vee y mi amigo y yo nos quedamos en el salón.

- ¿Una cerveza? -pregunto.

Él capta que también sucedió algo y que debemos tener una plática.

- Incluso dos. -bromea pero sin humor.

Voy al mini bar y saco dos cervezas. Le entrego una a Dylan y me lanzo al sofá de un salto mientras abro la lata.

- ¿Y bien? -inquiero- ¿Quién empieza?

Él resopla.

- Odio todo esto. La mierda de eternidad. La mierda de destino. El maldito hilo rojo. Estoy harto de todo esto.

Doy un sorbo de mi bebida.

- ¿Qué pasó? -pregunto- Discutiste con Pamela. -es más bien una afirmación que una pregunta.

Dylan niega con la cabeza como si intentara sacudirse algo deja mente que no lo deja en paz.

- Dijo algo como que esta vez era distinta y que era la última y yo lo sabía... ¿crees que...

Lo miro a los ojos y me apresuro a contestar.

- No. No creo que lo sepa. En ninguna de sus vidas anteriores te recordó.

Dylan suspira recostándose en el espaldal de su asiento.

- Si hubo una. En Versalles, 1780. Era una bruja, tuvo acceso a sus vidas pasadas y me vio en ellas.

Hago una mueca al recordarlo.

- Es cierto. Su hermana también era bruja, murió en Salem en el 92. Ambas murieron de una forma horrible.

Mi amigo se ve pensativo, ni si quiera él mismo puede descifrar lo que siente o hay en su cabeza.

- ¿Hay posibilidades de que en esta vida también sea una bruja? -especula.

Me encojo de hombros.

- Quizás tiene algún don. Y ni siquiera ella lo sabe. Pero no creo que sea una bruja.

- Es que no estabas allí Anton. Me habló como Claire. Te juro que sentí que era ella. Y luego... Actuó normal, como la Pamela de siempre, como si en serio no me recordara. Es como si de pronto algo la hubiera poseído. -Dylan habla mientras manosea hacia el aire, está visiblemente confuso como jamás lo había visto.

- Dylan cálmate. Nos escucharán.

- Esta es la última vez que la encontraré Anton. ¿Cómo me pides que me calme? Es la última vez que tendré una oportunidad de vivir junto a ella. De morir junto a ella como siempre he deseado. Y no puedo. No puedo, joder. Ni siquiera puedo decirle que la amo. Durante milenios he huído en muchas de sus reencarnaciones y aún sigo encontrándola y enamorándome de ella. Durante milenios a pesar de amarla he sido hostil y la he alejado, por evitar el dolor de verla morir ya que yo era un demonio y era inmortal. Y estoy harto.

- Creo que si la encontraste en esta vida en la que eres humano significa algo.

Dylan se ríe sin pizca de humor.

- Ese día que las golpearon en aquel bar casi me muero junto a ella. Y sin embargo sabía que no era posible. Pamela no quiere verme. Y yo como podría verla a ella con todos los secretos que guardo. Cuando ni siquiera puedo acercarme para protegerla de Lucifer y de esta maldita profecía. ¿Cuándo todo pase crees que me perdonará que te ayudara a matar a Vee? Peor. ¿Crees que sobrevivirá a esta guerra? No puedo involucrarla más de lo que ya está. En esta última vida debo seguir siendo hostil.