XXIII

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*Vee*

Mi cabeza da vueltas. No puedo creer lo que estoy escuchando. Quiero vomitar. Creo que voy a vomitar. El nudo de mi garganta se expande hacia mi estómago y mi corazón...

¿Isabella? Imposible. No. Tengo náuseas. Voy a desmayarme. Isa no. Isa no.

No lo creo. No, no creo nada, es una broma. Sí, eso. Es una broma, Marcus es un maldito amante del humor negro.

Claro. Es una broma de mal gusto.

Me hecho a reír a carcajadas antes de darme cuenta, más imágenes de Isabella ensangrentada vienen a mi mente pero las borro y me río aún más. Marcus me mira atónito, sus ojos abiertos de par en par.

- ¿No es una broma, cierto? -recupero la compostura, parando la risa de repente al ver la expresión de Marcus.

Él niega con la cabeza con el ceño fruncido y una clara mirada de tristeza, de agonía, de culpa.

- Desearía que fuera mentira, Vee. Es lo que más deseo. -dice en un susurro, como si el pecho le doliera tanto que no pudiera hablar.

Parpadeo de nuevo, varias veces. Como si intentara convencerme de que no estoy soñando. Me pellizco el brazo. Aush. No. No es una pesadilla tampoco.

- No... Yo no lo entiendo. Es más no me importa. Es Isabella. No me importa si mata a uno o mil seres humanos. ¡Es Isabella! Marcus ella vale más que el resto de ellos. ¡¡¡Debiste protegerla!!! ¿Matarla? ¿Qué clase de monstruo eres? Pensé que la amabas.

Antes de darme cuenta estoy de pie caminando de un lado a otro. Con mis manos enredadas en mi cabeza, el pelo desordenado y lágrimas en los ojos. No me doy cuanta de que estoy gritando hasta que llega Patrick corriendo hacia el salón, con una visible expresión de preocupación.

- Cálmate, Vee. Jamás te había visto así. -Marcus me sostiene por los hombros. Intenta calmarme. Pero no puedo. Maldita sea no puedo.

- ¡No me digas que me calme! -lo empujo lejos de mi.

Él le hace una seña a Patrick para que se retire y luego se sienta en el sillón. Hundiendo su rostro en sus manos.

- La amo, Vee. Sí que la amo. Más que todo lo que amé 500 años atrás. Y lo que amaré más adelante, para siempre. Y ahora lo eché a perder todo, ella nunca va a perdonarme. -suspira.

Si antes estaba en shock. Lo retiro. Ahora sí que estoy en shock. Aún más.

- ¿Cómo que no va a perdonarte nunca? Marcus... ¿de qué me estás hablando? Isabella está muerta ¿cierto? -me falta el aire de nuevo.

Marcus niega con la cabeza y me siento que me mareo. Tanto que hasta caigo en el sofá y él se acerca para sentarse a mi lado.

- No. Vee. -respira- La sostuve en el sol, pero ella jamás se calcinó. Es resistente a él, como yo. Es una vampira diurna.

No puedo con tanta información. Hiperventilo, mi mente estalla, no puedo escuchar más, mi garganta se seca tanto que hasta duele. Y veo borroso. Todo se pone negro en cuestión de segundos. Siento gotas de sudor corriendo por mi cara, y tengo frío. Creo que voy a desmayarme.

Marcus da golpecitos en mi rostro y enseguida Patrick llega con un vaso con agua. Estoy muy confusa y mareada, pero poco a poco vuelvo a mis sentidos. Los oídos me suenan. Bebo el agua despacio y le devuelvo el vaso vacío al licántropo, que se marcha nuevamente otorgándonos privacidad.

Tenemos que terminar esta conversación.

- A veces olvido que eres humana. -Marcus se disculpa.

- Una humana inmortal pero aún así humana. Descuida. He sufrido infartos otras veces, mucho peores. No es que me vaya a morir. Continúa. -digo cortante.

Marcus respira antes de hablar. Me cuenta la forma en la que lo miró Isabella cuando él la agarró frente al sol. La forma triste de sus ojos, seguro se sintió tan traicionada. La forma que su tristeza se convirtió en ira, en odio y pelearon. Por eso las marcas y las heridas que traía.

- ¿Lucharon? -pregunto aturdida.

- Vee, ella es muy fuerte. Más fuerte que cualquier vampiro novato. Solo llevaba horas convertida y pudo luchar contra mí, solo podría ser mi rival alguien con una fuerza como la mía. Y ella me dejó malherido.

¡¡¡MÁS ATURDIDA AÚN!!!

- Marcus, a ver... No entiendo. Me dices que Isabella es casi tan fuerte como tú, y que resiste el sol. ¿Entendí mal? Por favor dime que entendí mal.

Él niega con la cabeza.

- No entendiste mal. Vee. Es cierto lo que te digo.

- Pero pensé que los vampiros diurnos se creaban con magia. Esa es una magia extinta. Solo quedan Víctor y tú. ¿Cómo es posible que haya pasado esto? ¿Quién convirtió a Isa era diurno?

- No. Yo mismo lo asesiné quemándolo a sol.

- Debemos encontrarla. Marcus. Isabella anda por ahí fuera, sin saber saciar su sed e inmune al sol. Debemos protegerla a ella también antes de que alguien la descubra. Además debemos encontrar las respuestas. Ella es especial. Como tú. Y se lo debes.

Marcus vuelve a despeinar su cabello, signo de su preocupación y nerviosismo. Y baja la mirada. Jamás lo vi así.

- Ella me odia.

Me pongo en pie y me dirijo hacia la puerta y la abro para él.

- Ve a buscarla, Marcus. Y más te vale traerla de vuelta.

😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐😐

Bueno bueno hermosuras. Luego de un buen rato ya les traigo capi nuevo. Espero que me digan si les gustó el giro de la historia de la pareja "Marbella" 😘😘😘😘 ya sé que iban a matarme si Isabella moría 🤣 bueno mis hermosas. El siguiente capi es para mañana. Lo dedico al 1er comentario. Besooooosssssssss y usen el cubrebocas 😷

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