XIV

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*Vee*

Luego de la plática con Marcus me calmé mucho, intenta ser como antes, y lo agradezco, me hace bien, a ambos. Aunque algo en él no está bien, lo veo triste por momentos como si algo en su mente lo incomodara. Como una espina que no se va.

Hablando de espinas. Como si yo no tuviera alguna.

Llego a clases y lanzo los libros a la mesa haciendo a Pam sobresaltarse bruscamente y estallando en risas ante mi maldad.

- No hice ninguna tarea. -se queja dejando descansar los codos sobre la mesa y con las manos sostiene su cabeza como si hubiera malinterpretado el hecho de lanzar mis libros.

- ¿Algo de lo que no me haya enterado aún? -pregunto dejándome caer en la silla a su lado.

- Pffffff. -refunfuña- Necesito salir de esta isla al menos unos días, estoy harta de este sitio, estuve apunto de golpear a Alexa en la cara esta mañana. Tengo estrés acumulado Vee. ¿Y si nos vamos de fiesta? Mi sistema grita ¡Alcohol!

Sonrío.

- A eso vengo. ¿Te apetece ir a Italia? Estoy planeando un viaje con Marcus... Digo con mi padre.

Ella frunce el ceño y hace una mueca.

- No me apetece. Ir a Italia...

Finjo sobresaltarme.

- ¿No te apetece? ¿Pero por qué? ¿Quién eres y qué le hiciste a Pamela?

- Vee... Yo...

- Tú...?

- Que no puedo subir a un avión joder. -bufa dejándose caer sobre el espaldal de su silla e hincha los cachetes tal cual una niña pequeña.

- Pues no sé... Tal vez podríamos... ¡No sé!

Pam se encoge de hombros en un "yo tampoco" lenguaje corporal.

- Mi madre y Víctor se irán a la casa de campo la semana que viene. Me quedaré sola en casa con Antón.

- En ese caso podría inventarme una excusa para que Marcus e Isabella se vayan juntos a Italia, ya sabes los dos solitos, a limar asperezas, y así se queda sola mi casa también. Con padres fuera podremos hacer lo que queramos. Tendré que conformarme con una moto. -finjo lloriquear y ella se ríe.

- ¿Una moto?

- Sí. Marcus me dejará tener una en caso de que no vaya a Italia con él.

- ¿Y si la usas llevándonos de copas? Javier y un amigo suyo nos invitaron a un bar. -propone.

- ¿Y quién diablos es Javier? -enarco una ceja.

- Es un chico que conocí por Internet. -dice restándole importancia- Anda no seas aburrida. Porfa. ¿En serio me dejarás ir sola a un bar? ¿Con hombres? ¿Alcohol? ¿Apuestas? ¿Borrachos?

- ¿Quieres convencerme o que decida definitivamente que no iré? -mascullo- Además lo conoces de Internet, podría ser un psicópata.

- Más razón para que me acompañes. -sonríe triunfante.

- ¿Sabes lo peligroso que es? -bufo.

- ¿No querías adrenalina Vee? No seas melodramática. Es solo Javier y su amigo. Solo nosotros cuatro. Nada podría salir mal.

Respiro profundo. Antes de responder. Al fin y al cabo yo no puedo morir. Quien me preocupa es Pamela, anda despreocupada por la vida como si fuera a vivir para siempre.

- Bien. -es todo lo que digo.

- Javier es super majo. Ya verás como te agrada.

Lo dudo.

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