― CARTA 14: Escándalo.

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A Ladybug, mi compañera desde siempre, incluso en el medio del caos.

Hoy morimos, revivimos y volvimos a morir.

Ya sé que odias los medios de comunicación, y no te preocupes, dejaré de ver el noticiero de Nadja Chamack en modo de protesta para que su rating baje, aunque sea una mísera décima.

Lo sé, soy infantil.

¡Maldita sea, Ladybug! Olvidé por completo que ser héroes nos mantiene en los ojos de las personas y eso significa perder privacidad.

No era la primera vez que te daba una rosa blanca (originalmente la carta trataría de que me aceptaste la rosa, pero bueno, las circunstancias han cambiado), sólo que nadie nos avisó que alguien tomaría una foto en el momento exacto en que la tomabas y yo sonreía como bobo.

Tampoco pensamos que la subirían a internet, se volvería tendencia y saldría en todos los noticiarios.

¡Lo lamento mucho! No quise meternos en este problema y tampoco quería ser el centro de atención.

Aunque, si me lo preguntas, tu reacción me confundió un poco. La Ladybug que creía conocer se hubiera molestado por esa acción por parte de los parisinos, pero te sonrojaste, tartamudeaste, moviste tus manos de forma nerviosa y luego comenzaste a quejarte de la privacidad.

Pero no de mí.

¿Qué pasa, Ladybug, ya estas cayendo rendida ante mí?

Sonreí con picardía cuando comenzaste a balbucear cosas sin sentido. De por sí ya eres adorable, ese día fuiste lo doble, o quizás lo triple.

Después de todo, el escándalo me ayudo a darme cuenta que hay una posibilidad de que te estés enamorando de mí.

No quiero cantar victoria, lo haré cuando este seguro de que me amas, así como yo te amo.

Te amo, te amo, te amo, aunque el mundo diga lo contrario o se empeñe en ponernos obstáculos.

Te quiere tu casi crush,

Chat Noir.

Cartas a mi lady | MLB.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora