Amor [Extra] Ordinario

Capítulo 21

Cuando llegaron a la universidad muchos autos ya estaban estacionados y la música estaba a tope, tanto así, que podía escucharse con fuerza hasta la entrada como si fuera un concierto el que se estuviera celebrando dentro y no una fiesta de Halloween.

Salvador las ayudó, muy galante, a bajar del carro cuando se detuvo mientras les hacía una reverencia a cada una de ellas al estar fuera del auto.

—Damas, hemos llegado a su destino.

—Muchas gracias, caballero —le respondieron Sara y Nila a la vez con una sonrisa burlona.

Muchos de sus compañeros pasaban por su lado mirándolas de reojo mientras hacían su escena, pero vergüenza era algo que ella no conocía, al menos no lo sentiría por ello. Estaba disfrutando de un buen momento con sus amigos, además de conocer una nueva faceta de Salvador que la sorprendía, aunque a la vez no, porque desde que recordaba haberlo conocido él siempre había sido una caja interminable de sorpresas y sabía que debía esperar lo inesperado de su parte.

Juntos ingresaron al salón de baile donde la mayoría de los estudiantes de la MCU estaban luciendo sus trajes, jugando, bromeando y, obviamente, bailando.

Nila sonrió cuando vio a Jossy acercarse a ella tan rápido como su disfraz se lo permitía.

—¡Estas hermosa! 

La frase salió de ambas que se rieron mientras se abrazaban con fuerza.

—Estas loca.

—Estamos —le recordó y su amiga asintió mirándola de pies a cabeza.

—Estas bellísima —le dijo Joss antes de guiarle el ojo a Sara— Tenías razón este vestido fue hecho para ella.

—Están locas —susurró Nila, pero de igual forma se sonrojó. 

Sabía que el vestido que llevaba era sencillo, pero a la vez tenía un no sé qué, que la hacía resaltar y eso si le daba un poco de pena.

¿Sería ella? ¿Sería el vestido? No lo sabía, pero aprovecharía el momento disfrutando el realce que le daba aquel disfraz.

—Y tú, no te quedas atrás. Ese vestido azul te hace parecer una princesa —le comentó a Sara dándole una vuelta— ¡Oh! Mira, tenemos un caballero por acá —le dijo su amiga a ella señalando a Salvador que rodó los ojos.

—Hola, Joselyn. Tú también estas muy hermosa —halagó Salvador, y aunque su respuesta había sido dicha en un tono burlón Nila sabía que el comentario había sido sincero—. Bueno, mis queridas damas este caballero las debe dejar porque tiene atender algunos asuntos de la guardia medieval.

—Pero estamos en una fiesta —se quejó Sara haciendo un puchero y reteniendo a su primo que le dio una sonrisa indulgente.

—La fiesta es para los alumnos, yo estoy aquí de colado por ser un administrativo —le explicó Salvador.