Capítulo 29

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Nila tuvo casi una semana para pensar sobre lo que Mariel le había dicho, y el ultimátum que puso sobre su mesa

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Nila tuvo casi una semana para pensar sobre lo que Mariel le había dicho, y el ultimátum que puso sobre su mesa.

Su mente estuvo tan dispersa esos días, que tanto Joss como Sara le preguntaron muy preocupadas que le pasaba, e incluso su mejor amiga le preguntó si su distracción era a causa de que cada vez más se acerba la fecha del inminente compromiso de Elián.

Su mente tuvo que repensar aquello acuando se lo mencionaron.

«Pase de un problema a otro», pensó Nila, pero no lo expresó en voz alta aprovechando lo que dijo su mejor amiga para no responder con la verdad. Aunque eso la llevó a un tema que también estaba evitando.

El pedido de la mamá de Elián para cantar en la fiesta de compromiso de su hijo. Aunque la solicitud era muy tentadora para cobrar venganza y cantar una canción que fuera una clara indirecta para todos, tal y como lo había hecho en un pasado, no quería volver a caer en el mismo círculo vicioso, cometer los mismos errores. Por lo que, le pidió a Joss que, por favor, le dijera a su mamá que ella no cantaría esa noche y dejará de insistirle con aquello.

Su amiga se molesto un poco con su madre cuando le dio esa información, pero también estuvo feliz por su decisión.

—No tienes por qué ir. Él no merece que vayas.

Nila solo se rio; sin embargo, al llegar la noche Débora la llamó intentando convencerla por última vez, y utilizando la carta de amistad entre ellos, para que aceptará. Lástima que eso solo le recordará los motivos por los qué no debería aceptar su petición.

Muy a su pesar la mamá de Joss y Elián al final tuvo que aceptar su decisión, y sus excusas, disculpándose por la insistencia.

Al terminar esa llamada Nila sintió que se quitaba un peso muy grande de encima.

«Uno menos, faltan dos».

El fin de semana llegó demasiado pronto para su gusto, y los nervios se apoderaron de ella mientras tomaba un taxi fuera de su casa.

«Si decides formar parte de su vida sabiendo esto estaremos felices de recibirte». Te estaremos esperando.

Las palabras de Mariel se repitieron en su mente dándole un poco de confort; sin embargo, una parte dentro de suyo deseaba de una muy egoísta tener a la única persona que podía ayudarla a enfrentar eso con paz, su ángel guardián.

No supo de dónde salió ese pensamiento, esa nueva referencia, y no quiso darle más vueltas de las necesarias en ese momento porque desde que su hermana le había dicho que Salvador pensaba cumplir tajantemente su promesa supuso que era imposible verlo ese día.

Nila no sabía si arrepentirse de ello o no, aunque tenía muy en claro lo que quería, no iba a correr riesgos dejándose llevar por la atracción que sentía con Salvador para al final terminar lastimándolo, pero de nuevo, su parte egoísta ansiaba verlo esa tarde aún si era a la distancia. Después de todo era el cumpleaños de su hermano.

Amor [Extra] OrdinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora