Cuando llegaron a casa de Joss, ambas estaban riéndose después de que Nila le hubiera contado a su amiga con lujo y detalles lo sucedido con el chico que le había hablado antes de que se encontraran. Aunque, bueno, eso no era lo gracioso, lo gracioso era que habían imaginado uno y mil escenarios en el cual ella podría volver a toparse con el niño ripepi y lo que Nila haría si llegaba a suceder, que conociéndose seguro sería un desmadre vocal.
—Estás loca —le dijo Joss, pero ella negó antes de corregirla.
—Estamos locas.
Sí había algo mal con ella entonces también lo había con Jossy, ya que ambas eran mejores amigas y si una caía la otra de igual manera.
—Es bueno saber que hay cosas que no cambian —escucharon decir delante de ellas al bajar del auto, por lo que, ambas alzaron su mirada en dirección a la voz que dijo aquello— ¿Ahora además de locas son estatuas? —preguntó el chico que había hablado anteriormente cuando las observó totalmente quietas mientras lo miraban como si no pudieran creerlo que él estuviera allí, y era la verdad, al menos Nila no se lo creía.
—Estás de vuelta —susurró Joss con la emoción palpable en voz.
—Estoy de vuelta —confirmó el chico extendiendo sus brazos hacia su amiga que fue corriendo a hacia él llorando a medio camino.
Nila estaba igual de emocionada y shockeada como su amiga; es decir, no podía creer quién estaba frente a ella.
«Después de años, está de vuelta », pensó sin apartar la mirada de una persona que creyó jamás volvería a ver, pero ahí estaba.
—¿Y tú no vendrás?
—No debería —le respondió Nila a lo que el chico hizo una mueca por sus palabras—; sin embargo, te extrañe tarado —agregó acercándose y uniéndose al abrazo.
Elián las abrazó a ambas con fuerza y Nila se preguntaba cómo era posible eso. Aunque claro, el joven que ahora las tenía entre sus brazos no era para nada igual al mismo adolescente que se fue a otro país buscando una oportunidad para seguir sus sueños.
—Las extrañé —susurró Elián.
—Y nosotras a ti, así que más te vale no volver a irte mocoso —amenazó Joss a su hermano con la voz quebrada.
Nila solo podía imaginar lo que su amiga estaba sintiendo en ese momento. No había visto a su hermano por casi tres años.
—Te prometo que no me volveré a ir —le respondió Elián dejando un beso en la mejilla de su hermana antes de mirarla y dejar uno en ella.
—Te veo con intenciones de irte y te quedas sin descendencia —amenazó Nila recuperando su voz del llanto que había dado por su culpa y alejándose del abrazo.
—Advertencia tomada.
—¿Quién dijo que era una advertencia? —le preguntó a Elián que se rio y tiro de nuevo de ella hacia él.
ESTÁS LEYENDO
Amor [Extra] Ordinario
Ficção AdolescenteNila tiene todo lo que siempre quiso en su vida, o casi todo. Después de años sin saber mucho de su mejor amigo, Elián regresa a su vida de manera inesperada haciendo resurgir sentimientos que creyó enterrados. Sin embargo, no todo es felicidad. Sal...