Después de aquella conversación con Salvador, Nila esperó que el chico en verdad se apareciera delante de ella en cualquier momento para incordiarla como lo había hecho en un inicio. Sin embargo, nada de eso sucedió. Por lo contrario, Salvador estaba cumpliendo su palabra de darle tiempo al pie la letra.
Demasiado al pie debía agregar.
Una semana había pasado sin que ella siquiera viera su sombra, hasta llegaba a parecer como si se hubiera desaparecido de la faz de la tierra, por lo que las ganas de preguntar por él cada vez eran más grandes; sin embargo, se abstuvo de hacerlo por dos motivos.
El primero era que ella había sido quien le pidió tiempo, quien lo había alejado; por lo que, estar pendiente de él, querer verlo iba exactamente en contra de eso y era injusto.
El segundo punto era que le daba vergüenza preguntarle a Sara por su primo cuando había dejado de compartir con ellos desde aquella vez. La culpa que sentía era un aliciente muy fuerte, aún más si la persona en cuestión seguía tratándola como si nada pasará, y eso era lo que le sucedía con su amiga.
Lo que también la llevaba a pensar en Joss.
Joselyn había se quedado lejos de su familia al mismo tiempo que ella había alejado a Elián y Salvador de su vida.
Su mejor amiga había llegado la misma noche del lunes con una maleta preguntándole si podía quedarse unos días en su casa.
Nila junto a su madre se habían sorprendido con su presencia; sin embargo, ninguna lo pensó dos veces antes de dejarla entrar.
Joss siempre había sido una persona de familia, que amaba su hogar y se sentía orgullosa de ello, por lo que, el que estuviera ahí era un claro indicador de que las cosas no iban bien para su familia y eso quedó más que claro cuando en la oscuridad de su habitación su amiga sollozó mientras Nila la abrazó dándole el confort que necesitaba hasta que calmó su llanto.
—Perdón —susurró Joss y ella negó.
—No tienes que pedir perdón. Somos mejores amigas por algo —le respondió; sin embargo, su respuesta no pareció complacerla.
—Yo no estuve para ti —le dijo y el tono de su voz delataba la culpa que sentía— Pasaste por todo sola y te deje sola cuando descubrí todo por miedo...
Decirle que no se sintió sola era mentira, porque, y aunque su mamá la había consolado en su último encuentro con Elián, ella ya llevaba horas sufriendo sola. Por otro lado, también entendía el miedo de su amiga y no podía culparla por ello, sobre todo cuando sabía que ella misma tenía sus propias problemas.
—Es un momento entre muchos que aún nos falta por pasar juntas —afirmó— Sé que siempre estarás para mí, así como lo estoy yo ahora para ti —agregó dándole una sonrisa.
—Te prometo que será así. Nunca más estarás sola.
Nila lo sabía y no dudaba de sus palabras.
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Amor [Extra] Ordinario
Teen FictionNila tiene todo lo que siempre quiso en su vida, o casi todo. Después de años sin saber mucho de su mejor amigo, Elián regresa a su vida de manera inesperada haciendo resurgir sentimientos que creyó enterrados. Sin embargo, no todo es felicidad. Sal...