Cuando llegaron a su departamento, Mariel entró bastante tranquila y Nila se preguntó no por primera vez si sabía lo que había sucedido con su hermano.
La confianza de la chica mientras observaba su sala era humilde, no juzgaba ni menospreciaba su hogar, cosa que la confortó. La hermana de Salvador se acercó a una repisa de su sala tomando una foto que estaba en ella.
—Se ven felices en esta foto.
—Eres la segunda persona que dice eso —le comentó Nila con una risa apagada al acercarse a Mariel y recordando quien le había dicho aquello antes.
—¿Así? ¿Y se puede saber quién más te dijo eso?
—Un amigo que vino de visita —«Y que quiero olvidar», agregó para sí misma.
Mariel asintió sin apartar su mirada de la foto y ajena a sus pensamientos antes de señalarle a Sara— Se ve bastante alegre.
—Es una chica bastante alegre —le dijo Nila— Sara es especial.
—Sí, lo es —le respondió dejando la foto en su lugar antes de fijar su mirada en ella— Bueno, supongo que debemos hablar.
Nila asintió indicándole el sofá detrás de ella. Sofá que le traía recuerdos, por lo cual, lo evito sentándose en del lado opuesto.
—Si te soy sincera me sorprende tu visita y el que quieras conversar conmigo en privado —admitió.
—Lamento el misterio, pero dado que mi hermano no puede hacer esto, lo estoy haciendo yo —y si la mueca en su rostro ante esas palabras eran un indicador no estaba feliz por ello.
—¿Por qué no puede hacerlo Salvador?
Eso estaba intrigando a Nila, si bien ella le había dicho que quería un tiempo lejos de todos no pensó que fuera tan extremista como evitarla cuando debería estar diciéndole algo que parecía ser importante.
María le dio una sonrisa ladina que le recordó mucho a su hermano— Hay poco que mi hermano pueda ocultarme —le comentó—, y puedo afirmarte que él se toma sus promesas muy enserio, por lo que, hay muy pocas cosas o situaciones en el mundo que las hagan romperlas.
Ella lo sabía.
—Mariel, yo...
—No, alto —la detuvo levantado su mano.— Que sepa lo está o no pasando entre ustedes no me hace juez, y mucho menos soy partidaria de ningún lado, no estoy aquí para hablar contigo de eso. No es mi asunto.
—¿Entonces por qué estas aquí? —Si bien su respuesta calmaba en cierta manera a Nila, seguía inquieta por la presencia de la chica.
Mariel apoyo los brazos sobre sus rodillas observándola como si fuera un objeto de estudio para ella.
—¿Y bien?
—Hace un momento te dije que hay poco que mi hermano pueda ocultarme —le recordó.— Ambos tenemos un acuerdo desde que somos pequeños, contarnos todo sin importar lo vergonzoso que fuera —le contó volviendo a sentarse de manera recta—, claro eso fue cambiando con el tiempo ya que hay cosas que los hermanos no pueden saber, las relaciones sexuales son un ejemplo.
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Amor [Extra] Ordinario
Teen FictionNila tiene todo lo que siempre quiso en su vida, o casi todo. Después de años sin saber mucho de su mejor amigo, Elián regresa a su vida de manera inesperada haciendo resurgir sentimientos que creyó enterrados. Sin embargo, no todo es felicidad. Sal...