Capitulo 2

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Leonardo estaba frente a su nueva habitación, tenía un tamaño normal, estaba pintada de negro y rojo, la cama estaba en la esquina a la derecha vestida con edredón rojo, un pequeño escritorio a un lado y el armario. Suspiro y acomodo sus cosas. Una vez termino, se dirigió a su cama a dormir lo que quedaba de la noche.

A la mañana siguiente, se vistió con unos jeans, una camisa azul y una chamarra de cuero negra, tomo sus cosas listo para partir a su nueva escuela. Cuando bajo su padre y Karai ya estaban sentados tomando el desayuno. Dejo sus cosas a un lado y tomo asiento con ellos, como de costumbre el desayuno fue silencioso, pero de alguna manera podía sentir algún tipo de tención en el aire.

Cuando termino su desayuno se dispuso a salir lo más rápido que pudiera de casa, ese pensamiento se perdió cuando su padre lo llamo. – Leonardo, iré contigo.

Francamente se sorprendió por eso y miro a su padre como si le hubiera crecido una segunda cabeza. – Si padre – salió de casa esperando a su padre. Oroku se encontró con Leonardo y caminaron a la limosina negra que esperaba. El viaje fue incomodo por decirlo menos. – Padre, si me permitiera preguntar ¿Por qué decidió acompañarme?

Saki se quedó en silencio unos minutos. – Quería asegurarme personalmente de que fuera una buena escuela – respondió, claro Leo no le creyó, pero decidió dejarlo pasar. Si bien no era la primera vez que su padre lo acompañaba, pero dejo de hacerlo hace siete escuelas atrás. Sabía que lo acompañaba para recordarles a todos de quiera su padre, lo cual solo hacía a todos alejarse. En las últimas escuelas ya todos tenían claro su procedencia, así que su padre ya no necesitaba ir con él. Supuso que era algo parecido pero sentía que había algo más.

Conforme fueron acercándose los grupos de chicos eran más visibles. Al llegar Leonardo salió rápidamente listo para entrar a la escuela, pero su padre lo tomo del brazo. El agarre era tan fuerte que dolía, aun así trato de no demostrarlo. Su padre salió de la limosina y lo obligo a mirarlo a los ojos. – Ya lo sabes, una vez terminado el día te iras directo a casa – dijo con tono amenazante, espero a que su hijo asintiera. – Hun te estará esperando para continuar el entrenamiento ¿entendido?

-Si padre – respondió temeroso. Pudo sentir las miradas de los demás alrededor de la escuela sobre él, también escuchaba los susurros.

-Bien, volveré por la tarde para supervisar tu entrenamiento – Oroku lo soltó y antes de volver al auto fulmino con la mirada a sus espectadores. Todos los chicos se quedaron en silencio y desviaron la mirada. – Nos veremos más tarde.

Dicho eso entro al auto y se marchó. Leo se dio vuelta enfrentándose a la escuela, suspiro ignorando las miradas, camino dentro. Fue a la oficina a recoger su horario. Odiaba ser el nuevo de la escuela, siempre lo miraban fijamente y susurraban sobre él. Llego a la ventanilla. – ¿Necesita algo joven? – dijo la mujer sin dirigirle la mirada.

-Vengo por mi horario, mi nombre es Oroku Leonardo – la mujer dejo lo que estaba haciendo para mirarlo. Odiaba esa mirada. Frunció el ceño a la mujer, enseguida la mujer dejo de mirarlo y volvió a su computadora.

-Claro – imprimió el horario de clase y lo entrego. – Aquí tiene joven Oroku.

Se alejó del lugar, camino por el pasillo mirando el horario. Tenía matemáticas, se dirigió a su clase, llego al salón de clases.

Toco la puerta, espero a que le dieran el permiso de pasar y entro. El profesor un hombre mayor con el cabello gris, le dio la bienvenida. – ¿Eres el joven Oroku? – Leo asintió. – Bien, ¿podrías presentarte con la clase?

Leo se dio la vuelta para mirar a todos sus nuevos compañeros, paseo la mirada por cada uno de ellos, nadie lo miraba fijamente. Un trio de chicos llamo su atención, ya que eran los únicos que no desviaron la mirada ante su precencia. – Mi nombre es Leonardo Oroku, acabo de mudarme de Michigan. Me gusta practicar artes marciales – mentira pensó, bueno al menos no como lo obliga su padre – vivo con mi padre y mi hermana Karai.

TMNT humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora