Al final del día, Leo se alejo de sus amigos y se dirigió al auto que lo esperaba. Lo llevaron directo a casa como siempre. Lo que no esperaba encontrar su casa completamente sola, normalmente se encontraría con uno de los lacayos de su padre pero no había nadie. Se encogió de hombros y subió a su habitación. Tiro sus cosas en la cama, sin saber que hacer decidió realizar sus trabajos escolares.
Se mantuvo en su habitación todo el tiempo, no hizo otra cosa. Sentía algo extraño pero se permitió ignorarlo por el momento. Al menos dos horas después alguien llamo a su puerta. -Adelante- se dio la vuelta con una sonrisa esperando encontrarse a su hermana, pero su sonrisa se convirtió en una mueca de disgusto cuando vio a la persona frente a él. -Xever.
El hombre frente a él sonrió de oreja a oreja al ver su reacción. -Hola niño, ¿me has extrañado?- dijo abriéndose paso en la habitación de Leo. Leo no dijo nada, permaneció en silencio. -Interpretare tu silencio como un no- se sentó en la cama dando una mirada alrededor de la habitación. -Muy linda tu habitación, me encanta el rojo y negro, te queda bien.
-¿Que haces aquí Xever?- pregunto con el ceño fruncido.
Xever soltó una carcajada, luego saco su navaja y empezó a jugar con ella. -Nunca te andas por las ramas ¿verdad?- su mirada se dirigió al niño en la silla frente a él. -Bueno pequeño príncipe, dado que fuiste secuestrado en tu ultima patrulla por la incompetencia de Hun y Karai, estoy aquí para ser tu guardaespaldas personal.
-No necesito niñera- Leo gruño cruzándose de brazos y levantándose de su silla, le dio la espalda para empezar a guardar sus cuadernos. -Así que puedes volver al agujero de donde saliste.
-Desafortunadamente para ti, no sigo tus ordenes solo sigo las del maestro destructor- Xever se puso de pie, camino hasta Leo lo tomo de la camisa y lo estrello contra la pared mas cercana. Leo estaba por empujarlo lejos cuando la navaja de Xever se encontró con su garganta. -Y será mejor que aprendas a respetarme, no soy tan tolerante a los insultos como Hun- lo empujo contra la pared una vez mas antes de soltarlo y alejarse. -El Maestro Destructor y Karai te están esperando para la cena, no los hagas esperar mas niñito.
Xever salió de la habitación dejándolo solo. -Xever va a ser un problema- se dijo a si mismo, se dirigio a su mochila y saco el T-phone que le dieron los chicos. "Tenemos un problema" envió al contacto de Rapha "rojo". Luego volvió a guardarlo en una tabla floja que encontró bajo su cama, se levanto y salió para encontrarse con su familia en el comedor.
Leo se sentó al lado izquierda de su padre como siempre, su hermana se encontraba frente a él y como de costumbre fue en silencio. No fue hasta que su padre hablo.
-Leonardo como ya lo habrás visto, Xever se encargara de tu seguridad a partir de hoy- Oroku dijo mirando a Leo por el rabillo del ojo esperando ver algún tipo de reacción. -Ira contigo a donde tu vayas, espero que no tengas problemas con eso- Leo no se atrevió a decir nada, por alguna razón pensó que eso seria lo mejor simplemente negó suavemente con la cabeza, no miro a su padre a la cara y siguió comiendo su cena ignorando la mirada de su hermana.
Y así fue, mas tarde al salir a buscar a los chicos Hamato, Xever no se alejo de su lado por ningún motivo. Todo el tiempo se mantuvo cerca de él, lo cual lo irrito mucho. Afortunadamente para él, sus amigos no salieron esa noche por lo que volvieron a casa temprano.
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A la mañana siguiente Leo fue escoltado por Xever a su escuela, no paso de la entrada sin embargo miro hacia atrás varias veces hasta que estuvo completamente seguro. Se encontró con sus amigos en el salón de clases, sus amigos ya se encontraban ahí. Camino hasta su asiento junto a la ventana, miro de reojo la ventana y se encontró con Xever mirándolo desde afuera.
Hizo una mueca, realmente no había manera que lo dejara en paz. Sus amigos intentaron llamar su atención pero Leo simplemente negó con la cabeza aun con la mirada en la ventana, los chicos no entendían el comportamiento de Leo sobre todo por el mensaje que había enviado el día anterior. Donnie se sentó frente a Leo, noto que no dejaba de mirar la ventana así que al igual que él miro discretamente la ventana, vio a un hombre con piel morena y cabello afro mirar hacia donde estaba Leo. "Eso no es bueno" pensó, rápidamente miro a sus hermanos con una mueca y negó con la cabeza.
Al termino de la clase, Leo recogió sus cosas y se fue mirando por la ventana, solo para llevarse la sorpresa de que Xever ya no se encontraba por ningún lado. Salió del salón de clases mirando a todos lados buscando alguna señal del tipo pero no vio nada. Se dirigió a su casillero y ahí estaban los chicos. -¿Quien es el sujeto?- pregunto Rapha tan directo como siempre.
-Mi nueva niñera, Xever- dijo gruñón mirando a todos lados, se sentía un poco paranoico. -Es otro de los lacayos de mi padre, esta aquí para mantenerme a "salvo". Padre dijo que iría conmigo a todas partes, así que también estará conmigo cuando salgamos en la noche. Lo odio, al menos no es Bradford.
-¿Entonces ese es el problema al que te referías ayer?- pregunto Donnie a lo que Leo asintió.
-Ayer mientras hacia mis tareas entro a mi habitación, después de intercambiar algunas palabras me amenazo con su navaja y por la noche al salir a buscarlos intente alejarme de él pero no funciono- dijo con disgusto, realmente odiaba a ese tipo. -Y ahora esta merodeando por la escuela, me pone un poco nervioso al respecto.
-¿Como es él?- pregunto Abril curiosa.
Leo hizo una mueca de disgusto. -Es un idiota como Hun, pero menos que Bradford.
-Eso no nos dice mucho- murmuro Donnie mirando a Leo.
Leo resoplo molesto, respiro hondo tratando de calmarse. -Lo siento chicos- murmuro mientras se pasaba la mano por su rostro. -Es solo que ese tipo me irrita. De todos modos- de pronto recordó algo mas. -Esta noche iremos a asaltar el museo de arte.
Los chicos abrieron los ojos sorprendidos, realmente no esperaban que Leo les dijera eso pero no se quejaron, ahora sabían a donde irían esa noche. El resto de las clases Leo pudo ver Xever fuera de la ventana mirándolo fijamente, era espelúznate a decir verdad.
Al final del día, Xever estaba afuera esperando recargado en la limosina, el tipo estaba jugando con su navaja como si no se encontrara frente a una escuela. Los chicos que pasaban por la entrada lo miraba con miedo y como si se tratara de un delincuente, no es que no lo fuera. En cuanto Xever lo vio caminando hacia él, se alejo de la limosina y lo tomo del cuello de su camisa. -Apresúrate mocoso, he perdido todo un día por estar cuidándote y quiero que esto acabe rápido- con eso abrió la puerta y lo arrojo dentro.
"Si, odio a este sujeto" pensó mientras se alejaban de la escuela.
Esa noche los chicos aparecieron, interrumpieron el atraco y se fueron con las manos vacías. Hun y Xever se llevaron un par de moretones y cortes con ellos también. Le encanto el labio partido de Xever, un regalo de parte de Rapha.
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Aquí el nuevo capitulo, espero lo hayan disfrutado y estamos llegando a la recta final, al menos eso creo. De nuevo tengo un bloqueo, no estoy segura de cual seria el final de esta mi pequeña historia que se suponía debía ser de solo doce capítulos, pero hare lo posible para que les agrade.
Ahora si tienen algún comentario o sugerencia que me ayude a mejorar la historia será bien recibido y tomado en cuenta. Esto es todo por hoy, de nuevo espero que les haya gustado y hayan disfrutado el capitulo. Hasta la próxima.
Byebye.
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TMNT humanos
ФанфикOroku Leonardo, hijo del gran destructor. Se muda con su familia, su padre Oroku Saki y su hermana mayor Karai, a Nueva York, sin saber las razones de su padre. Al llegar se encuentra con tres hermanos y su vida cambia, esa vida llena de oscuridad...