Karai estaba dando vueltas en su habitación, estaba realmente preocupada, habían pasado horas y no había noticias de su hermano. Todo había sido su culpa, no estaba poniendo la atención suficiente a su entorno, solo se enfoco en atrapar a los chicos de Hamato y había descuidado a su hermano que aun se encontraba enfermo. Se odio aun mas porque no noto que solo se trataba de una trampa.
Su hermano ahora se encontraba en manos del hombre que asesino a sus familias y no tenia ni la menor idea de a donde pudieron llevarlo. Y si eso no era suficiente su padre la había reprendido por perder a Leo. Su padre que normalmente no reaccionaria por algo relacionado a su hermano estaba enojado, tan pronto como termino con ella y con Hun, hizo desplegar un equipo de búsqueda con varios ninjas del pie por toda la ciudad. Eso había sido hace horas y no encontraban nada.
Su padre la había enviado a descansar a su habitación, prohibiéndole explícitamente ir a buscar a Leo. No podía dormir, no podía calmarse. "No podría soportar perderte a ti también" recuerda que le dijo eso a Leo, no mentía, no podría hacerlo sin su hermanito. Salió de su habitación y fue a la de su hermano, tan pronto como entro se acostó en ella y abrazo la almohada. -Leo, ¿Dónde estas?
De pronto se molesto con ella misma, ¿Por qué ella estaba ahí sin hacer nada? Su hermano estaba desaparecido y ella estaba lamentándose en la cama de su hermanito. Se levanto, se escabullo por la casa y salió ignorando la orden de su padre.
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Por la mañana, Oroku Saki se encontraba en su oficina frente a Garra de Tigre y Hun. Ambos hombres habían estado buscando a, su hijo, Leonardo sin parar, no era que se preocupara por el niño después de todo solo era algo que adquirió después de una victoria contra Hamato. Pero el encontrarlo significaba que encontraría a Hamato y los chicos que habían estado fastidiándole los últimos meses.
-Y bien, ¿alguna noticia sobre Leonardo?
-Lamentablemente maestro Destructor no hemos encontrado rastros del joven Leonardo- informo Garra de Tigre de rodillas frente a él.
Destructor se molesto, no era posible que no pudieran encontrar a un par de chicos y un hombre mayor. Por primera vez en tantos años estaban tan cerca y no podían hacer nada. -Váyanse y no vuelvan hasta que traigan a mi hijo- con eso los hombres salieron de la oficina dejándolo solo.
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Leonardo despertó en el mismo lugar que despertó la primera vez, en la habitación de Raphael, se pregunto en que momento se había dormido. Cuando se movió vio a Rapha junto a él sentado en una silla, su amigo estaba roncando y tenia la baba escurriendo por su mejilla. ¿Por que lo trajeron de vuelta? Se sentó en la cama admirando su alrededor, a decir verdad se veía acogedor a pesar de que se trate de una alcantarilla. Se levanto dejando a Rapha dormir.
Salió de la habitación, camino hacia el dojo donde había visto a Hamato la ultima vez. Abrió las puertas, se encontró al hombre de espaldas en una posición de meditación miro a la pared a la derecha y ahí se encontró con las katanas. Las tomo sintiendo el peso en sus manos, se sentía tan bien tenerlas, era como si pertenecieran ahí. -Espero que te sientas mejor- vino la voz detrás de él.
Leo se dio la vuelta con las katanas en las manos, el hombre aun meditaba. -¿Como...?
-Cualquiera de mis hijos entra con un gran escandalo- respondió con una sonrisa, Leo sonrió de la misma manera imaginando a los hermanos entrando peleando entre si.
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TMNT humanos
FanfictionOroku Leonardo, hijo del gran destructor. Se muda con su familia, su padre Oroku Saki y su hermana mayor Karai, a Nueva York, sin saber las razones de su padre. Al llegar se encuentra con tres hermanos y su vida cambia, esa vida llena de oscuridad...