Leonardo regreso solo a casa, fue extraño realmente esperaba ver a Xever esperándolo con su sonrisa soberbia junto a la limosina pero no fue así. Al pasar por la puerta sintió algo diferente, por alguna razón sentía una opresión en su pecho, su respiración se volvió pensada. Tenia miedo, pero no entendía porque. Algo en su cabeza decía que se diera vuelta y saliera corriendo lo mas lejos posible, que se escondiera y no saliera. Algo estaba mal y lo sabia. Sin embargo ignoro todas las advertencias, cerro la puerta detrás de él y dejo su mochila a un lado.
Miro por todos lo rincones de la recepción esperando que algo saltara sobre él, no sucedió nada. Camino adentrándose a su casa, el lugar estaba vacío, nada a lo que no estuviera acostumbrado antes pero estaba seguro de que algo estaba mal. Miro en la cocina y el comedor, no había nadie, ni siquiera la cocinera. Solo había un lugar en la planta baja que no había revisado y eso era el dojo. Cuanto mas se acercaba a la puerta mas crecía la sensación de olvidarse de eso, quería darse la vuelta y correr sin mirar atrás.
Al llegar a la puerta del dojo, levanto su mano para abrirla entonces se dio cuenta de que su mano estaba temblando incontrolablemente. No podía seguir, dio un paso atrás listo para marcharse cuando la puerta se abrió de golpe y alguien lo golpeo por la espalda haciéndolo entrar.
Aterrizo en el piso, se levanto sobre sus rodillas, miro hacia atrás para ver la puerta detrás de él se cerrarse de golpe. Desde su posición, dirigió su mirada al frente, ahí estaba su padre mirándolo con el rostro en blanco pero el sabia que detrás de esa mirada estaba la ira en todo su esplendor. -¿Padre?
-Esta es tu ultima oportunidad Leonardo, dime la verdad ¿Qué fue lo sucedió la noche que te secuestraron los chicos de Hamato?- la voz de su padre... Destructor era fría, tan fría que le helaba la sangre mas que de costumbre. Sentía su cuerpo temblar ante su presencia, esto estaba mal, muy mal.
Leo levanto la mirada encontrándose con los ojos de su padre, esos ojos llenos de ira y sedientos de venganza. -Ya te lo dije, ellos me llevaron a un almacén afueras de la ciudad...
-Lo recuerdo, también recuerdo que dijiste que no te encontraste con Hamato en ningún momento ¿no es así?- Leo no podía confiar en su voz, por lo que solo asintió. -Si eso es verdad, dime- Destructor se levanto de su lugar, camino hacia él. Leo podía decir que estaba conteniendo su enfado y eso le estaba asustando, el hecho que su padre estaba tratando de mantener la calma a pesar del aura asesina a su alrededor era una mala señal. - ¿De donde sacaste esto?- frente a él estaba la foto que Splinter le había regalado.
-La encontré en mi casillero- dijo sin mirarlo. -Pensé que alguien se había equivocado.
-Entonces decidiste quedártela y guardarla en tu habitación- concluyo su padre, era una respuesta sarcástica, estaba muerto. De un momento a otro estaba siendo retenido contra el suelo con su padre encima de él, una de sus manos estaba apretando firmemente su cuello. -Creí haberte criado mejor que eso Leonardo, ahora veo que solo crie a un pobre traidor- el agarre se apretó aun mas, el aire apenas podía pasar a sus pulmones, luego fue arrojado al otro lado de la habitación. -Ahora por tu propio bien, será mejor que me digas la verdad.
Leonardo se levanto lentamente del suelo, lo miro. -¿Y tu me dirás lo que le sucedió a mis padres? ¿Me dirás que en realidad fuiste tu quien los mato?- la ira gano, de todos modos no tenia nada que perder ahora. -¿Dirás que fuiste tu quien realmente mato a Tang Shen y a Miwa? ¿Qué nos engañaste a Karai y a mi toda nuestra vida?- ahora ya no importaba nada.
Eso ultimo lo saco de sus casillas, Saki fue directamente a atacarlo, intento evadir y bloquear la mayor parte de los golpes, sin embargo eso no duraría mucho, tenia que hacer algo. -Shen murió por culpa de Hamato, al igual que tus padres. Ahora esta tratando de ponerte en mi contra.
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TMNT humanos
FanfictionOroku Leonardo, hijo del gran destructor. Se muda con su familia, su padre Oroku Saki y su hermana mayor Karai, a Nueva York, sin saber las razones de su padre. Al llegar se encuentra con tres hermanos y su vida cambia, esa vida llena de oscuridad...