Oroku Saki

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Hola, se que ha pasado un tiempo pero como les dije volví a la escuela y no tengo mucho tiempo. Además de que mi mente pasa de la imaginación a los planteamiento sociológicos, pero he aquí estoy de nuevo y espero que disfruten el especial de Destructor.

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Oroku se alejo dejando a Hamato entre las llamas, caminaba por el hogar de Hamato y Shen. Al llega al jardín trasero encontró a un bebé, vagamente recordaba que Yoshi le decía a Shen que sacara a Miwa. Supuso que se trataba de ella. Se agacho y recogió a la bebé, desafortunadamente ya no tenia vida, parecía ser que había sido por la inhalación de humo. 

Con resignación se llevo a la bebé para darle una despedida honorable, a lo lejos escuchaba a Hamato gritar por su hija, se deleito al saber que Hamato moriría pensando que se llevo a su hija con él. Unos días después se encontraba visitando las tumbas de Tang Shen y Miwa. 

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Un año y medio después de estar persiguiendo a Yoshi, con un pueblo que fue destrozado, sinceramente no le importo en lo absoluto, solo era un lugar de paso. Al pasar por una enorme casa escucho un sollozo entre los escombros. Se dirigió hacia el sonido, ordeno a unos de sus seguidores que quitaran los escombros. 

Al llegar a la fuente se encontró con una niña pequeña, tenia el cabello negro hasta por debajo de los hombros, su piel clara y ojos rasgados. La niña detuvo su llanto un momento cuando lo vio, la pequeña levanto sus manos hacia él pidiendo ser levantada. Así lo hizo, tomo a la niña. Al mirarla por un momento le recordó a su amada Tang Shen y a la pequeña Miwa. 

No parecía que nadie estuviera vivo y aunque lo estuvieran no le importaba, esta niña ahora era suya. La niña se acurruco contra él, confiando en que no le haría daño. -Tu nombre ahora será Karai.

Las cosas con Karai estuvieron bien, la niña se adapto rápidamente a su nueva vida e incluso mostro interés en el ninjutsu, eso le hizo sentirse orgulloso de su hija. Cuando su hija cumplió cinco años su entrenamiento inicio oficialmente y Karai no podía estar mas feliz y emocionada. 

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Al año siguiente, se encontró con información acerca de Hamato. Al parecer había estado en España visitando a un viejo amigo, no tuvo que pensar demasiado sobre de quien se trataba, Shimizu Naoto. Recordaba claramente al hombre que siempre estaba al lado de Yoshi, se reprocho por no recordar lo unidos que eran. 

Estando fuera de la casa de Naoto, se dio cuenta de que Hamato se había ido. Sin embargo, sabía que él podría obtener alguna pista sobre su paradero y si no lo hacía a través de Naoto le enviaría un mensaje a Hamato.

Naoto abrió la puerta, su rostro se puso pálido en cuanto lo vio y detrás de él había una mujer de cabello castaño claro y ojos azules, además de un niño pequeño, su esposa e hijo supuso. Envio a sus seguidores a rodear a su esposa e hijo, pero aun con eso Naoto no parecía tener intenciones de darle información y por el minúsculo movimiento negativo de su esposa, ella tampoco lo haría. "No me sirven" pensó antes de atravesar a Naoto con sus cuchillas. 

La mujer grito. Se alejo de Naoto, camino hacia la mujer con la mirada fija en el niño. La mujer se dio cuenta de eso e intento alejarse, claro que sus ninjas la detuvieron, por lo que tomo al niño de sus brazos. -¡Leonardo!- dijo desesperada tratando de alcanzar al pequeño. 

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