Pídemelo.

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—Es una historia complicada.

Damien observó las facciones de Bonnie, sus ojos rogándole para que insistiera. Casi podía sentir su corazón bombardeando la historia de su hermana, deseando salir para desahogarse.

—Sé que no lo crees, pero soy listo.

¿Eso era Bonnie sonriendo? No quedaba muy bien en su imagen de chica oscura sin sentimientos. 

Aunque, Damien pensó, poco quedaba ya de esa imagen.

Algo estaba pasando con ella, solo cuando estaba a su alrededor. Era como si toda la frialdad forjada por años se derritiera ante el poder de llama de Damien.

—Bogdanov fundó su organización hace unos once años, necesitaba niños. Creo que... en ese entonces no estaba tan desquiciado o, al menos, no quería que las familias sufrieran una pérdida tan grave. Prefería ir a orfanatos, coger a niños de la calle y viajaba mucho para expandir su bando.

»Llegó a Grecia, a Atenas. Conoció a una chica, preciosa y dispuesta a acostarse con él. Se llamaba Alyssa, era muy unida a mi madre. Bogdanov pensó en que quizá los niños engendrados con un progenitor que tenía el suero serían más resistentes, más poderosos. Alexei me encontró, me secuestró sabiendo que mi poder era  justo lo que necesitaba. Supo que sus experimentos ya se habían realizado antes y mi madre había sido inyectada. Yo nací con el suero, desde que tengo uso de razón he podido meterme en las cabezas de otros, sin quererlo y eso a Bogdanov le parecía interesante y muy poderoso, lo necesitaba en su equipo Me usó para que me metiera en la mente de Alyssa, para que la obligara a dar a luz a pesar de que no quería. 

»Yo no pensé que... no quería hacer ningún daño y cuando me metí en la cabeza de Alexei, lo vi todo, vi la destrucción, lo que quería hacer con esa niña... huí. No tenía ni doce años, no sabía qué hacer, me sentía culpable y toda mi vida la había pasado corriendo, huyendo de todos aquellos que quisieran llegar a mí porque eso me dijo mi padre antes de morir.

»Y, cuando Valeria nació, Alexei se la llevó a Luxemburgo. En cuanto mi madre se enteró fue tras él. Tenía en gran estima a Alyssa, la quería muchísimo y aunque ella no quisiera tener a Valeria, Selena se prometió encontrarla.

»Entonces Selena me localizó, a mí por una parte y a Bogdanov por otra. Le propuso un trato, él llegaba hasta mí y ella podía hacerse cargo de Valeria. Él acepto, por descontado. Valeria no tuvo indicios de tener el suero, quizá no era él el padre o quizá no es tan poderoso cuando es el padre el que lo tiene. También pudo ser casualidad. En cualquier caso, Selena y Bogdanov estuvieron juntos hasta que Valeria cumplió los cinco años, la edad necesaria para el suero. Pero para entonces varios reclusos habían escapado y Der Famill estaba creciendo poco a poco, así que Bogdanov se fue dando por perdida la causa de Val, ni siquiera hablaba... Y bueno, fue su culpa. Estaba loco, experimentó con ella y la perturbó tanto que dejó de comunicarse con nosotros, era cuestión de tiempo que Valeria se asustara y permaneciera así por siempre.

 »A pesar de su pacto, Selena siempre me protegió ante él y yo... Por fin dejé de huir, tenía a Valeria y a mi madre, tenía una familia. Ella me salvó y yo llevo años tratando de salvarlas.

Concluyó y levantó la vista, Damien estaba con la cara más pálida de lo normal, con los labios entreabiertos y los ojos con la mirada perdida.

—¿Bogdanov puede ser el padre de Valeria? —Fue su única pregunta.

—¿Qué te ocurre?

—Que si ese es el caso, es mi hermana.

Silencio.

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