Capitulo Veinte

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-Repite lo que dijiste Jack-. Pidió con con voz incrédula Jace.

Le eche como pude una mirada a mi hermano mayor, él no se amedrentó, cuadro los hombros y repito su declaración muy seguro.

-Mía-. Su voz sonando más como una amenaza que una declaración.

-¿¡Quién es tuya pedazo de alcornoque?!-. Se escucha la replica casi de inmediato seguido de un quejido de dolor.

Y así en un par de segundos la peliblanca paso de estar entre mi madre y Jackson a esconderse detrás de mi y Rafael.

Voy a admitirle que es rápida, bien por ella, va a necesitarlo si quiere sobrevivir en esta familia.

Pero tan pronto cómo me vino ese pensamiento se me fue cuando la vi sostenerle la mano a mi mate.

¡Qué no toques a mi pareja tú gata de callejón!

Rugió Casiana en mi cabeza, y al parecer no solo en la mía porque con un estremecimiento Rafael soltó la mano de su amiga para tomarla por el hombro y colocarla enfrente.

Aún no me agrada que este en contacto con ella.

Si bueno, no tienes que ponerte así, no es como si estuviera soltera de todas maneras, su pareja es nuestro hermano, tal vez deberías prestarle más atención a eso.

La mataré entonces, así ya no puede acercarse a ninguno de los dos.

¡La violencia no es la solución a todo!

¿Cómo de que no?, pregúntale a tu madre como le funciono a ella.

¿Tú que sabes de mi madre?

Nosotros, las almas tenemos una manera de comunicarnos también. Pero no te salgas del tema, juro que puedo hacer que parezca un accidente, Loris me ha enseñado una técnica que quiero intentar...

¡DIJE QUE NO!, y deja de juntarte con el lobo de Jace, te hace tener ideas raras.

-Deja de tocar a mi pareja rouge si planeas tener cachorros con mi hermana algún día-.

Sentencio Jack y no dude en saltar en su defensa.

-Y tú no te atrevas a amenazarlo de nuevo, Rafael es un miembro de la manada desde que descubrí que era mi mate-.

-Eso esta por verse aún-.

Los ojos de mi hermano brillaron con desafío mientras que los míos lo hicieron con promesas de dolor.

-¡Basta los dos!, no derramamos la sangre de nuestra familia bajo ninguna circunstancia, ya lo saben-. Gruño mamá y solo hice caso cuando la mano de Rafael se deslizo para entrelazarse con la mía.

-Su preciosa sangre plateada, será un pecado que una sola gota se derrame-. Se burlo Leonardo y se gano miradas furibundas de todos los presentes.

-Más te vale pensar bien lo que sale de esa boca, por que la próxima vez no evitaré que te arranquen la garganta-. Musito mamá y la cara de mi medio hermano brillo de un rojo carmín.

-Debió dejar que me mataran, todos sus problemas se resolverían si yo volviera a desaparecer, antes de llegar yo tenían una vida perfecta, usted jugando a la reina y los niños a los principitos y a la princesa, deberían solo darme la espalda y verme desaparecer-.

-Dejar de jugar a la victima, no cuando eres mucho peor que ellos, maldito traidor-. Escupió la amiga de mi mate mientras temblaba de la rabia.

-¿Tanto tiempo y aún no lo superas Diana?, solo fue un poco de comida en mal estado, ¡Ni que hubiera sido el manjar de los dioses!-.

Ojos Color de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora