Capítulo XV

1.7K 190 44
                                    

.Dedicado a todos esos lectores/as que apoyan la historia...

Me incorporo en la cama y me masajeo las sienes por el fuerte dolor de cabeza que tengo. Estar llorando toda la noche tiene sus ventajas. Liberas todo el dolor que sientes, pero también tiene sus desventajas. El dolor de cabeza es una de ellas.

-Buenos días _Me saluda Christopher.

-Buenos días _Musito. Se sienta frente a mí.

-¿Cómo te sientes? _Pregunta. Suspiro con pesadez. ¿Cómo me siento? Mal, cansada, harta de tantas mentiras y secretos. Todas esas respuestas pasaron por mi mente, sin embargo contesté lo típico.

-Bien, gracias por todo. Ayer dije muchas incoherencias _Aseguro. Necesito rectificar el error que cometí ayer. Estaba demasiado mal como para darme cuenta de todo lo que pondría en riesgo si llegara a saberse mi identidad.

-Lo sé _Musita. Acarica mi mejilla. Mi cuerpo reacciona ante el contacto que hace su mano en mi mejilla. ¿Cómo un acto tan simple puede provocar tanto?

-¿Qué hora es? _Pregunto. Él estira su mano y toma el teléfono. Lo observa. Pudiera quedarme observándolo durante horas y jamás me aburriría.

-Las 5:30 am _Responde. Me levanto y me dirijo al baño. El espejo me devuelve un reflejo. ¡Dios mío! ¡Estoy horrible! Lavo mi cara y cepillo mis dientes. Me quito la ropa y entro en la bañadera. Dejo que el agua caiga sobre mi cuerpo. Una mano acaricia mi espalda y me volteo.

-Coronel _Musito. Coloco mis manos en su pecho. Mi corazón ha comenzado a latir demasiado rápido. No obtengo respuesta de su parte, al menos no de inmediato. Une sus labios a los míos en un beso que solo él sabe dar. Christopher sabe lo que hace, de eso no tengo la menor duda.

-¿Tienes una idea de lo mucho que me gusta follarte? _Preguntó. Pasa sus manos por mi cuerpo y acaricia mi parte íntima haciéndome imposible responder.

-¿Le gusta que la haga mía, teniente? _ Hace otra pregunta. Lo único que sale de mí es un gemido, ocasionado por los movimientos de sus dedos en mi interior. Las piernas me tiemblan, de no estar Christopher sujetándome ya me hubiera caído.

-No la escucho _Masculla. No logro articular palabra. Aunque pudiera hacerlo dudo que tengan algún sentido. Estoy rozando el clímax.

-Yo _Logro susurrar. Muerdo mi labio inferior. Él continua moviendo sus dedos tan bien que puedo asegurar que terminará volviéndome loca de placer.

-Usted _Dice el coronel en un intento de animarme para que continue hablando. ¡Dios mío! ¿Cómo pretende que hable? Llego a la cuspide del placer y me voltea. En un rápido movimiento rodeo su cadera con mis piernas. Observo su virilidad y sonrío de medio lado al ver que se encuentra más que lista. La tomo en mi mano y la voy introduciendo en mi interior. Nuestros movimientos son cincronizados. En pocas palabras, convertimos mi cuarto de baño en un lugar donde solo se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos y gemidos.
......

-Pedí algo para desayunar _Le informo a Christopher cuando sale de la habitación.

-Se nos hará tarde _Agrega. Es cierto, perdimos mucho tiempo en el baño, aunque si me preguntan a mí, creo que no pudimos emplearlo en nada mejor.

-Tengo hambre _Confieso. El timbre suena y me levanto del sofá. Camino hasta la puerta.

-Voy a buscar la camisa _Agrega para entrar en la habitación. Abro la puerta y una sonriente Lena entra.

-Hoy será mi primer ultrasonido. El ministro me acompañará, pero en el próximo quiero que vayas tú. Después de todo, serás la madrina _Suelta una palabra detrás de la otra sin parar ni siquiera presta atención a las señas que le hago para que haga silencio.

Entre sus brazos ... [CM#1] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora