Capítulo XXIX

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Maratón 1/8

Salimos de la central armados hasta los dientes cuando Lucas recibió las coordenadas del lugar en el que se encontraban Christopher y Antoni. Estaba nerviosa y asustada. Se había escuchado un disparo, podría haber sido Christopher o Antoni, incluso se podía tratar de un desconocido que dió su vida para salvar a su jefe. Las manos me sudan sobre mi regazo, las limpio para poder sostener el arma sin que se me resbale.

-Cálmante _Me pide Lena y la ignoro. En estos momentos no es una de mis personas favoritas. Me vi obligada a compartir el vehículo con ella.

-No seas niña, Lucía _Protesta y vuelvo a ignorarla. Lo único que me preocupa ahora mismo es Christopher. No tengo cabeza para pensar en nada más que no sea él.

-¡La ley del hielo! _Continua protestando. Ruedo los ojos y busco la paciencia que he dejado de poseer.

-No soporto las mentiras _Mascullo y bufa. Las demás personas que se encuentran en el automóvil observan la escena como si se tratara de un capítulo interesante de las series policiacas que ponen en la televisión.

-Eres la mentirosa mayor de está historia _Refuta, siento la intensa mirada de Gia y Génesis sobre mí. Decido ignorar la incomodidad que surge al ser el centro de atención por las palabras antes dichas.

-No compares tus mentiras con las mías. Cada vez que una mentira sale de mi boca es por un bien mayor. Las tuyas, en cambio, son para tu propio beneficio.

-Claro, ¿cuando tú lo haces sí está justificado? Pero cuando se trata de mí, está mal _Habla y habla sin parar, diciendo cosas que no tienen sentido. Desde que regresé no he parado de decir mentiras, sin embargo, no es por salvarme a mí. Siempre pensé en las personas que están a mi alrededor y qué podría pasarles si le gritaba al mundo que soy Venus Macherano. No logro comprender qué pretende al hablar conmigo de esto frente a los demás.

-¡Sabías perfectamente bien que yo daría mi vida por ti! Bueno... estaría dispuesta a perder mi vida por la amiga que conocí hace tanto tiempo, es una pena que la mujer que tengo al frente no le llegue ni a los talones _Le susurro lo último y me acomodo en el asiento.

-¿Arriesgarías la vida de tus hijos y la de Christopher por mí?

-A pesar de tú actitud de mierda y de que me traicionaste, lo hice otra vez. No me pasó por la mente entregarte en ningún momento.

-Alex no permitiría eso, además no harías nada que yo no hubiera hecho antes.

-Sigue así, Lena, veremos que sucede cuando el ministro sepa la verdad. Me pregunto, ¿quién te brindará ayuda si tracionas a todo aquel que te ayuda y siento afecto por ti?

-Alex me ama y dudo mucho que me haga algo, es una pena que no pueda decir lo mismo de Christopher _Masculla, está intentando ocultar el efecto de mis palabras, quizás pueda mentirle a cualquiera, pero yo ya he dejado de confiar y cada vez que la tengo cerca me cuido en todo momento.

-¡Cállate! _Bocifero, mi paciencia llegó a su fin. Aprieto la pistola en mi mano. Los demás se mantienen al margen de la animada plática.

-Teniente, llegamos _Informa el soldado que manejaba el vehículo. A pesar de todo lo que me ha tocado vivir me considero una persona mentalmente estable, sin embargo, en estos momentos esa estabilidad desapareció de mi cuerpo dándole vía libre a Venus Macherano. Salí del automóvil prácticamente corriendo, busco a Christopher y lo encuentro sentado una ambulancia; está algo sucio y tiene una herida en el brazo. Contra todo lo que realmente quería hacer me detuve a unos pocos pasos de él. Gia corre a sus brazos, siendo ignorado, sus hermosos ojos grises reparan mi figura. Cuando me decido a ir con el coronel alguien sujeta mi mano.

Entre sus brazos ... [CM#1] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora