Capítulo XXXIII

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Maratón 5/8

Christopher;

Hago uso de todo mi autocontrol para no matarlo por haberla lastimado de esa manera. El tema de nuestro hijo es algo sumamente doloroso para Venus, y él lo sabe. La saco de la habitación y la llevo a la enfermería de la prisión. Me encamino a la sala de interrogatorios. Antoni me recibe con una sonrisa que solo incrementa mi enojo.

-¿Cómo está? _Pregunta como si le importara. Lo conozco y sé que es incapaz se amar algo que no sea él mismo.

-¡Eso no te importa! _Espeto.

-Venus es lo único que me importa _Asegura y empeora mi mal humor con sus palabras.

-¡Escuchame bien hijo de puta! ¡Estás abusando de mi paciencia y sabes perfectamente que carezco de una! ¡Mandé a investigar sobre el hijo que tuve con Venus, y todo indica que sí murió! _Grito. No tengo porque fingir una tranquilidad que no siento.

-Cálmate, Chris _Me pide con una sonrisa. Sé que lo está haciendo para molestarme, también sé que se está controlando como yo. Lo que me lleva a pensar que algo se trae entre manos.

-Con el dinero todo es posible Christopher, demás soy el cabecillas de la mafia italiana. Me sorprende que me sigas subestimando _Me restriega su pocisión y ruedo los ojos. Tengo pensado acabar con la organización que tanto presume.

-¡No te creo una puta palabra! ¡Mi hijo murió, solo quieres lastimar a Venus! _Espeto y suelta una carcajada. No sé de qué mierda me aferro, pero no exploto como él quiere.

-No lastimaré a Venus -Hace una pausa _Aún no.

Lo último lo dice casi en un susurro, pero lo logro escuchar. Lo tomo por el cuello de la camisa.

-Si es verdad lo que me dices. Me aseguraré que tu existencia sea miserable _Le hago saber.

-Quiero verte intentarlo _Se burla en mi cara y le doy un puñetazo que lo hace escupir sangre.

-No puedes matarme porque soy el único que puede decirte dónde está. Dime Christopher, ¿estarías dispuesto a renunciar a él? _Pregunta burlón. Aprieto su cuello.

-No me tientes, Antoni, puedo encontrar a mi hijo aunque te mate aquí mismo, pero en cambio tú jamás podrás abrazar a Sia _Saco a relucir la existencia de esa niña que corrió con la mala suerte de ser hija de Antoni. Su expresión cambia y no precisamente por la falta de oxígeno.

-¿Quién demonios es Sia? _Pregunta y esta vez sonrío yo.

-La hija que tuviste con la teniente Génesis. Acaso ya olvidaste que hace ocho años ella fue secuestrada por tu padre. Lo recuerdo perfectamente bien. Te la follaste en más de una ocasión _Le digo.

-Eres _Escupe. Se me hace imposible no reir.

-Esto es una guerra, Antoni. Una que no pienso perder. No la conoces, ni siquiera físicamente, pero sé qué una de tus obsesiones es la sangre y el legado. Así que piensa bien cada jugada que hagas y el lugar donde se encuentra mi hijo porque no quisiera que la pequeña y dulce Sia pagara las consecuencias por ser una Macherano _Lo amenazo. Es una lástima. Génesis no me cae mal, sin embargo, mi hijo y Venus van primero.

-¡Cuándo nos volvamos a ver, quiero la ubicación exacta! _Espeto.

-Cuándo nos volvamos a ver te arrodillaras ante mí, Christopher Morgan _Asegura y suelto una sonora carcajada.

-Jamás me arrodillaré ante ti. Maldito loco _Aseguro. Salgo del lugar. Venus sigue inconsciente y la llevo a mi casa. La acuesto en la cama. Cuando despertó tuve que llamar a la doctora que atiende su embarazo para que la cedera. Estaba muy alterada. La observo en la cama. Juro que Antoni pagará por cada lágrima que haya derramado Venus en los últimos años. Escucho a Alex saliendo de la casa lanzando la puerta con fuerza. Salgo de la habitación encontrándome con Siena Leblantet.

-Siena Leblantet _La llamo por su verdadero nombre y palidece. Supe  desde el inicio quien era, pero decidí seguirle el juego. Alex cometió la estupidez de dejarla embarazada. Aunque se lo advertí. Le dejé bien claro que a mi regreso no la quería aquí porque la mataría con mis propias manos. Cosa que sin duda voy a hacer en este preciso momento. Saco la pistola y la apunto.

-¡Coronel! _Grita asustada.

-Sería muy fácil pegarte un tiro y acabar con tu vida, rata asquerosa, pero mereces todo el sufrimiento que puede causarte _Musito y enarca una ceja como si la situación le causara gracia.

-Copiando mis frases, Christopher _Comenta y ruedo los ojos.

-No tengo tiempo para tus estúpidos juegos. ¡Quítate la máscara de una puta vez! _Exijo.

-Será un placer _Musita. Sube las escaleras quedando frente a mí.

-No permitiré que jodas todo lo que logré _Dice y suelto una carcajada.

-Niña _Niega.

-Niña _Repite y bufa.

-¡Está niña fue capaz de cosas que usted jamás podría imaginarse! _Suelta.

-¡Sé de lo que eres capaz! _Aseguro.

-Entonces yo que tú, bajaría esa arma _Aconceja y comienzo a reir.

-Esto _Bajo el arma.

-No pretendía matarte con ella. Cuando se va a disparar no se habla tanto. Deberías saberlo _Camino en su dirección.

-No me matarás .Estoy esperando un hijo de Alex. Él no permitiría que me hicieras daño _Asegura y ruedo los ojos.

-Eso no es un problema para mí _Digo observándola con burla. La tomo del brazo sin ninguna delicadeza.

-¡Suéltame! _Grita.

-Estamos solos _Informo.

-No es cierto _Refuta. La sigo empujando hasta llegar al lugar que quiero.

-¡Venus! _Grita a todo pulmón.

-¿En serio crees que ella te va a ayudar? _Pregunto con burla. La situación me divierte mucho. Había esperado este momento durante mucho tiempo.

-Ella _Solloza. Me carcajeo.

-Ya sabe la verdad. Tu complicidad con Antoni.

-Puedo explicarlo _Pide.

-Sabes hay un dicho que dice "Ojo por ojo y _No lo termino. La muy estúpida trato de safarse y en el forsajeo rueda por las escaleras.

-Ayuda  _Susurra tocándose el vientre.

-¿Qué dijiste? _Pregunto.

-Es tu hermanito Christopher _Suplica y la levanto del suelo.

-Era mi hermanito _Rectifico. Cuando logro que se ponga de pie con mi ayuda. Coge la pistola y me apunta.

-Cómo cambian las cosas _Canturrea con infulas de superioridad.

-Deberías ir al hospital. Si te importa algo mi hermanito _Digo con burla. Su pantalón está lleno de sangre.

-Él está bien _Asegura. Hace una mueca que da paso a un grito de dolor.

-No _Dice incorporándose.

-¡Vas a pagar por esto! _Suelta.

-Es justicia divina _Aseguro. Sé que me va a disparar, y efectivamente un arma es disparada. Un cuerpo cae al suelo. Me quedo anonadado con la causante del disparo.

-¡Venus! _Espeta Siena. Está escupiéndo sangre. La herida fue en el hombro. Claramente Venus no tenía intensión de matarla.

-¿Sí? _Pregunta con inocencia.

-Ayúdame _Pide el guasano y la futura madre de mis hijos rompe en sonoras carcajadas, logra contagiarme.

-Claro, no quiero que mueras aún. Créeme querida amiga cuando te digo que tu infierno apenas está comenzando.

No olviden

Entre sus brazos ... [CM#1] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora