Maratón 4/8
Me siento el ser más estúpido del planeta por no haberme dado cuenta de la persona que realmente era Siena Leblantet. Me apoyo en la pequeña mesa porque siento que no puedo sostenerme en pie. No grito, no me muevo, solo tengo una idea en la cabeza y esa es pegarle un tiro entre los ojos. Ahora mismo solo me importa eso. El ministro y el coronel me observan dándose cuenta de que escuché la conversación.
-Nena _Christopher trata de acercarse, pero no se lo permito. ¿Cómo alguien puede ser capaz de semejante atrocidad? ¿Cómo pudo fingir tanto tiempo? Las preguntar bombardean mi mente al punto de llevarme las manos a las sienes porque siento que me va a explotar la cabeza. ¡Maldita!
-Venus _Christopher continua intentando que salga del estado de shock en el que me encuentro.
-¡Apártense! _Espeto cuando tratan de impedir que me vaya. Nada en este mundo me quitará la satisfacción de acabar con esa perra, y no me importa quien se interponga.
-No hagas nada en esas condiciones, Venus, puedes arrepentirte después _Agrega el ministro, pero lo ignoro. Siena supo mover sus cartas, pero yo no me voy a quedar de brazos cruzados cuando tuvo el descaro de ocasionar el sufrimiento más grande de mi vida y seguir a mi lado fingiendo quererme. Solo se acercó a mi por órdenes de Antoni. Ni siquiera fue mi padre como yo pensaba. ¡Mi propio hermano! Sé que él es un monstruo, pero conmigo era diferente. Siempre fue diferente. Una vez más la vida me demuestra que confiar en las personas es un error, y tengo claro que Siena firmó su sentencia de muerte el día que osó poner su sucias manos sobre mi hijo.
Las lágrimas bajan por mis ojos. No por tristeza. Es mas bien por rabia e impotencia. Estoy camino a la prisión. Christopher está siguiendome y no me importa. Antoni se encuentra en la cárcel que mayor seguridad posee. Gracias a mi supuesto cargo en la FEMF, y por ser una de las agentes que ayudó a que ahora se encuentre tras las rejas, tengo ciertos privilegios. Uno de ellos es estar sentanda en una habitación esperándolo. El rostro de mi hermano no mostraba expresión alguna, sin embargo, en cuanto me ve comienza a sonreír. Todo las cosas que seguía sintiendo a pesar del paso de los años habían desaparecido siendo reemplazadas por asco, odio, repulsión y sobre todo unas intensas ganas de acabar con su vida con mis propias manos. Estoy haciéndo un esfuerzo sobrehumano por no acabar con él ahora mismo.
-No me mires así _Pide. Suspiro con pesadez. Agradezco que terminara con el silencio.
-¿Cómo quieres que te mire? _Pregunto con tranquilidad. Lucho contra todos mis demonios por mantenerme inexpresiva. Aunque en mi mente me visualizo matándolo de mil formas diferentes.
-¿Qué sucede, Venus? ¿Qué mentiras te dijo esa escoria para que me observes como si _No dejo que continue la pregunta.
-Te observo como lo que verdaderamente eres, y Christopher no tuvo que decirme nada para eso, tú haces un excelente trabajo _Digo. Jamás creí que podía odiar tanto a alguien, y mucho menos a una persona por la cual hubiera dado la vida sin siquiera pensarlo.
-¿A que se debe tu visita, amore? _Pregunta. Sé que Christopher nos observa detrás del cristal. Apagué las cámaras y es la única manera que tiene de ver y escuchar.
-Cuéntame lo que realmente pasó hace siente años, Antoni _Le pido y suspira. Se sienta frente a mí con la elegancia que siempre lo caracterizó. Ni siquiera estando entre rejas deja de emanar poder y seguridad.
-¡Sabía que no podía confiar en el voto de silencio de esa perra! _Espeta. Debe creer que Siena me contó todo.
-Si por perra te refieres a Siena, ella no ha dicho nada. Las pruebas hablan por si solas _Digo y sonríe de lado. Aprieto ligeramente los puños.
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Entre sus brazos ... [CM#1] ✔
FanfictionDemonios, seres que han habitado la tierra por millones de años. No me refiero a monstruos deformes. Me refiero a hombres de carne y hueso con una belleza extraordinaria. Hombres aparentemente perfectos por fuera, pero por dentro son bestias deseosa...