Anclada✔️

38. Un Beso De Amor

Yannick.

Me giré y pude ver a los que faltaban de la manda convertidos en lobo a una distancia prudente de nosotros. Les grité para que se acercaran y ellos lo hicieron.

Era imposible que se hicieran humanos pues no tenían una muda para poder vestirse, así que hablé mirándolos.

-La bruja que estaba atacando contra nosotros era Elisa -se miraron entre ellos.

-La vi muerta antes de quemar la casa -esta vez fue Zenda la que habló.

Ya estaba curada. Nos dimos cuenta que no se curaba por:

-¿Por qué no me curo lobo? Me duele mucho -habló quejándose tumbada entre mis brazos.

-Tranquila pequeña, todo pasará lo prometo -la acaricié la mejilla y junté su frente con la mía.

-Me duele mucho -ambos miramos la herida.

-Yannick, bésala -se acercó a nosotros Roberto.

-¿Qué?

-Lleva tiempo sin probar verdaderamente tus labios, bésala con amor -junté mis labios con los de Zenda.

Ella subió su mano a mis mejillas y profundizó el besó.

-Te extrañé lobo.

-Yo a ti también humana -sonreímos y volvimos a juntar nuestros labios.

-¡Se cura! -Gritó un emocionado Zigor.

Zenda y yo miramos la herida y efectivamente se estaba curando.

-Un beso de amor, esa era la cura -Susurré mirándola a los ojos.

Ella se levantó y ambos nos fundimos en un abrazo.

-¿Qué haremos ahora? -Preguntó Zigor.

-Volver al pueblo, hay que acabar con los Yakins -todos asintieron.

Todos subimos en el coche como pudimos, muy difícilmente pero logramos llegar al pueblo sanos y salvos.

-Hay otro problema aparte de los Yakins -habló Mursef convertido en humano y vestido.

-¿Más? -Habló Zigor cansado.

-Si, hay una plaga de cucarachas, están en la parte de atrás, hay un agujero hondo y es donde están metidas.

Todos salimos y nos acercamos a ese agujero. El rugido de los Yakins nos hizo levantar de repente.

-Lo veremos luego, acabemos con ellos.

Corrimos hacia esa parte del bosque. Alex, Zigor, Zenda y yo juntamos las manos.

Lo mismo que pasó en el pueblo volvió a pasar. Nuestros cuerpos se movían por si solos, parecían poseídos, pero haciendo eso estábamos acabando con los Yakins. Intentaban atacarnos pero con un solo movimiento de mano conseguíamos petrificarlos y luego acabar con ellos.