30. Luchar Juntos.

73 15 1
                                    

-¿Quién era ese chico que te abrazó? -La rabia en la voz de Yannick me hizo fruncir el ceño.

-El es...

Rió cruzándose brazos.

-¿Te lo follas? Te escapas de la mansión para fallártelo ¿verdad? Pensé que no eras así, que decepción -la burla en su voz me hizo enfurecer.

Levanté la mano y se la estampé contra la mejilla derecha, me miró sorprendido y yo a él lo miré con decepción.
Nunca me imaginé que una pregunta así saliera de los labios de Yannick y más que fuera dirigida a mí.

-¿De verdad piensas que me lo follo? -Reí.

-¿Quién es entonces? Por qué estoy seguro de que amigo no es, no tienes.

Abrí la boca sorprendida y asentí.

-Es mi hermano imbécil -el arrepentimiento en sus ojos me hizo reír.

-Zenda -. Negué.

-Me voy con él, tengo cosas que hacer fuera del pueblo.

-Zenda, por favor, perdóname.

Las lágrimas salían tanto de sus ojos como de los míos.
La presión en el pecho me hacia respirar con dificultad. Salí de la mansión y caminé hasta llegar a Roberto. Al verme llorar frunció el ceño.

-¿Qué te pasó?

Miré hacia atrás y vi a Yannick mirándome.

-Vámonos.

Pasamos la brecha y sin mirar atrás llegamos a mi casa. Miré a Roberto y con una sonrisa fingida lo miré.

-¿Cómo lo hacemos?

-Cuéntame antes que te pasó.

-Yannick desconfió de mí, pensó que estaba acostándome contigo y bueno... Tampoco me lo dijo con buenas palabras.

Lo vi moverse hasta la puerta, lo cogí del brazo.

-¿Donde vas?

-A explicarle las cosas -dijo con pena en la voz.

-No, déjalo, empezamos con esto.

Roberto me miró sin querer hacerme caso, pero al final asintió. Nos acercamos a a la mesa y comenzamos a idear un plan.

-Bien, la idea es esperar a que nos coja, tan sólo hace unas semanas que lo vi en el pueblo, no tardará en dar con nosotros.

-¿Cómo lo capturamos?

-Buena pregunta.

Miramos al mapa pensativos.

-¿Qué poderes tienes?

Volvió la mirada hacia mí.

-Todos los que te puedas imaginar.

-Petrifícalo, hazle un hechizo que no se pueda mover.

-Hermanita, no he estudiado con Harry Potter.

Lo miré y reí. Me senté en el sofá y miré hacia la ventana. Sentí que el lado derecho del sillón se hundió y giré la cabeza.

-Deberías hablar con él, he estudiado un poco sobre los hombres lobo, las lunas y todo eso, y si no lo tienes a tu lado estarás todo el tiempo así -sonreí.

-No entiendo por qué desconfió de mí. Nunca le di motivos para hacerlo -me encogí de brazos.

Roberto pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él para luego besarme la cabeza.

Anclada✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora