50. Luchar Por Amor.

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-El plan de una noche en manada -me encogí de hombros.

-¿Y habéis estado haciendo ese plan sin mí?

-Estás insoportable, nadie te aguanta, y seguramente ibas a decir que no, que te ibas a quedar aquí -ambos nos miramos.

-Porque eres mi mejor amigo, si no te mataba -le saqué el dedo y la lengua.

-Pues ya sabéis -aplaudí y todos salieron.

Yannick, Alex y yo nos quedamos en la sala.

-Antes casi me escribe Zenda y yo casi lo hago.

Y ahí vamos.

-No entiendo por qué no os escribís, ambos os extrañáis y necesitáis hablar -miré a Alex y asentí.

-Ella tiene razón, estáis haciendo las cosas mal, si no lucháis vosotros por vuestro amor nadie lo hará -Yannick miró hacia su derecha.

Se le podía ver en los ojos lo dolido que estaba, le estaba doliendo todo eso -y no era para menos-estaba perdiendo a su luna, yo no me podría imaginar perder a Alex.

Cada uno sobrelleva el dolor como sabe y como puede, no todos sentimos el dolor de la misma manera, pero cuando pasamos por situaciones iguales nos podemos imaginar ese dolor y esa soledad que te deja la persona que tanto amas y que por una cosa u otra se a tenido que ir de tú vida.

Algo parecido me pasó con Alex. Nos conocemos desde pequeños, pero por situaciones de la vida nos tuvimos que separar, pero sabéis que podéis estar juntos cuando lucháis.

Muchas de las veces nos podemos imaginar que ni luchando podremos estar juntos, pero no es así, si ambos le echamos ganas y nos amamos nadie nos podría separar.

-A parte -comenzó hablando Alex -ella puede encontrar a otro hombre y olvidarse de ti -Yannick volvió la vista a nosotros.

Estaba asustado, su corazón comenzó a latir con muchísima fuerza.

-Si me ama no lo hará.

-Que confundido estas hermano. Las personas se cansan de esperar, de creer, de tener esperanza -no sabía si estaba haciendo bien en decirle eso.

Pero de una manera u otra tenía que hacerle entrar en razón.

-No me jodas.

-Si te pones así es porque sabes que es verdad -suspiró volviendo a subir las escaleras.

Alex y yo nos miramos.

-Le estamos haciendo más daño aún -habló apenada.

-Lo sé, y no me gusta, pero tampoco me gusta verlo así -Miré hacia las escaleras -. Hablaré con él.

-¿Crees que sacarás algo en claro?

-Lo dudo, luna, pero al menos lo intento.

Yannick.

Estaba inmerso en mis pensamientos, en la soledad de mi habitación mirando hacia un punto fijo, casi ni pestañeaba. Ya no aguantaba más el estar lejos de ella.

Cada rincón de esta habitación me recordaba a ella y todo eran buenos momentos. Risas, juegos. Es que simplemente vivir con ella era perfecto, todos los problemas se resolvían estando ella a mi lado. Los malos momentos se volvían -nada- al verla sonreír. Nunca imaginé encontrar a una persona que me hiciera tan especial, y si, sabía cuales eran los sentimientos que tendría hacia mi luna, pero si no los sientes, nunca te podrías imaginar lo bien que te puedes sentir, lo fuertes que pueden llegar a ser esos sentimientos.

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