Las Sombras de mi Padre

Capítulo 5

Josh toma mi mano, entrelaza nuestros dedos y me regala una sonrisa tímida mientras asiente despacio. Respiro con profundidad antes de voltearme hacia mis abuelos, quienes aún esperan que les digamos la verdad acerca de nosotros.

-Sí, abuela. Josh y yo estamos juntos -respondo finalmente.

-Valla, esto sí que no lo veía venir -me responde y se va recostando levemente en su sillón-. ¿Desde cuándo lo sospechabas cariño? -le pregunta a mi abuelo volteando hacia él.

-Desde esta misma noche, cuando Josh participo y ofreció doscientos cincuenta mil dólares en la subasta del primer baile -responde. Una pequeña sonrisa burlona se escapa de sus labios-. La última vez que vimos algo así fue cuando nuestro Christian participo por Ana, ¿lo recuerdas? -comenta y por un instante se nota la ternura en su expresión.

-Oh si, fue maravilloso -concuerda mi abuela-. Cariño, ¿tus padres están al tanto de su relación? -me pregunta, volviendo a concentrarse en nosotros.

-No -respondo y siento como Josh aprieta mi mano con la suya-. Hablaremos con ellos mañana, en el almuerzo familiar.

-¿Hace cuánto tiempo están juntos?

-Cuatro meses -miro hacia mi abuelo, quien pregunta y le respondo.

-Cinco, la semana que viene -comenta Josh por primera vez en lo que va de conversación-. Señor y señora Grey, puedo asegurarles con total sinceridad que esto no significa un juego para mí. Lo que yo siento por Phoebe... -respira con profundidad, mirándome para luego volver hacia mis abuelos- No me había sentido así jamás, lo único que quiero es hacerla feliz. Amo a Phoebe y nunca antes había experimentado lo que siento cuando estoy con ella.

Las palabras de Josh hacen que ambos se sorprendan y que yo me aferre más a él. Este maravilloso hombre me ama y yo lo amo con tal intensidad que a veces me resulta sobrecogedor.

-¿Tu eres feliz? -mi abuelo, luego de comprender sus palabras, me pregunta.

-No sabes cuánto abuelo-musito-. Amo a Josh y el cómo me hace feliz, me hace sentir especial, querida y no importa el que, él siempre ha estado ahí para mí -su dedo pulgar comienza a realizar cortas caricias al dorso de mi mano y se siente maravillo.

Un amplio suspiro es liberado por mi abuelo antes de voltear su mirada hasta mi abuela, quien reúne su mirada con la de él enseguida. A mi lado, siento como Josh se mantiene tenso y un poco a la defensiva mientras se aferra a mi mano y trata de controlar los nervios que siente. Yo, por mi lado, siento como mi estómago se revuelve un poco. Mis abuelos son el preámbulo a lo que podríamos esperar para mañana y me sentiría mucho mejor el que pueda contar con ellos.

-¿De verdad eres feliz, cariño? -pregunta nuevamente mi abuela y yo asiento casi de inmediato.

-De acuerdo -musita finalmente mi abuelo y me regala una tierna sonrisa. Los músculos del brazo de Josh se relajan de manera rápida y sé que todo su cuerpo ha conseguido relajarse por igual. Yo me mantengo en un ligero estado de ansiedad y emoción-. Nosotros solo queremos que seas feliz y si Josh te hace lo suficientemente feliz como dices serlo, no vemos porque negarte esa felicidad -continua y es cuando me permito sonreír con amplitud.

Me separo de Josh y cruzo la pequeña mesa que nos separa para abrazar a mi abuelo al tiempo en el que se coloca de pie. Su abrazo me reconforta y una pequeña carcajada de felicidad brota de mis adentros.

-Gracias. Gracias abuelo -murmuro y beso su mejilla cortamente para separarme de él y acercarme a mi abuela, quien también se encuentra de pie-. Gracias abuela.

Repito la misma acción con ella y me devuelve el beso en la mejilla. Cuando nos separamos ambos sonríen ampliamente y yo no puedo sino hacer lo mismo. Josh se encuentra de pie, en frente del largo sillón en donde lo había dejado y me uno a su encuentro con una gran satisfacción dentro del pecho. Me acuna entre sus brazos, deposita un corto beso en mi cabello y luego siento su sonrisa. Me coloca a su lado y rodea mi cuerpo con el brazo, dejando su mano sobre mi cintura, quedando completamente visible para mis abuelos.