Capítulo 21

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Me remuevo sobre la mullida cama. Esta suave y calentita y lo ultimo que me provoca es querer levantarme. El brazo de Josh me rodea la cintura y me tiene pegada a su cuerpo sin dejar ningún centímetro de espacio entre nosotros. Tiene la cabeza escondida en mi nuca y su aliento me provoca cierto cosquilleo.

Quizás fue eso lo que hizo que me despertara.

Después de que terminamos de divertirnos en el club decidí que no quería regresar a mi hogar. No quería si quiera pensar en que había una escasa probabilidad de que papá estuviese esperándome despierto.

No se aun en que estado anímico me lo vaya a conseguir hoy, cuando vaya a recoger algunas de mis cosas para trasladarlas al apartamento en donde comenzare a vivir con Josh.

Solo espero que no trate de impedir el que me mude con él.

Las manos de Josh se mueven impacientes sobre mi cuerpo, provocándome estremecimientos por todos lados. Intento levantarme con sutileza para no despertarlo pero me retiene con su brazo y me pega mas a su cuerpo. Al voltearme, abre los ojos un poco y sonríe de medio lado.

-¿A dónde vas, preciosa? -Musita algo soñoliento y y yo no puedo evitar sonreír.

Le acaricio la mejilla con suavidad y el rastro de barba me pica un poco bajo los dedos.

-Iba a tomar una ducha.

Esa sonrisa lobuna se aparece en sus labios y me causa estremecimientos internos.

-¿Puedo acompañarte? -Pregunta, con la voz ronca y baja y yo siento de nuevo ese tirón recorrerme el cuerpo.

-No creo que sea buena idea. No si queremos instalarnos hoy en el apartamento.

Gruñe un poco antes de esconderse en mi cuello y dejar un reguero de besos a su paso.

-Por lo menos dime que desayunaras conmigo.

La vibración de su voz me recorre por completa y tengo que morderme los labios para no soltar un gemido.

-Si.

Suelta el agarre en mi cintura y me permite incorporarme en la cama. Agradezco el no haber bebido tanto durante la noche anterior. Realmente no se lidiar con los dolores de cabeza que producen las resacas. Lo aprendi de la peor manera hace algunos años y desde entonces procuro no emborracharme cuando bebo.

Me relajo en la duche y dejo que al agua obre maravillas en cada parte de mi cuerpo. No soy consciente de cuanto tiempo llevo bajo el agua y los golpes en la puerta provocan que me sobresalte.

-Cariño, han traído tu ropa de lavandería.

Agradezco al servicio de lavandería express. De no ser así, hubiese tenido que marcharme a casa con algo de Josh,lo suficientemente pequeño como para que me quedase.

Salgo de la ducha y seco bien mi cuerpo antes de envolverme en la toalla y salir a la habitación. Josh se encuentra tumbado sobre la cama haciendo zapping en el televisor. Se ve completamente cómodo y no puedo evitar sonrojarme cuando su mirada deja de enfocarse en el televisor para concentrarse completamente en mi.

Se me seca la boca ante la intensidad de su mirada y noto como los músculos de la mandíbula se le tensan levemente. Me recorre levemente con la mirada y yo me sonrojo con intensidad de nuevo.

-Iré a tomar una ducha... -murmura con la voz ronca y yo asiento con algo de torpeza por los nervios y la vergüenza.

Agradezco cuando ingresa al baño y respiro con profundidad. El lapso de tiempo que Josh dura dentro del baño me permite vestirme y arreglarme un poco el cabello y el maquillaje. Recojo la habitación y las pequeñas cosas que Josh tiene fuera del equipaje.

Las Sombras de mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora