Voy sentada en el asiento del copiloto del auto de Josh mirando por la ventana. Trato de mantenerme fuerte y no derrumbarme delante de él porque sé que se siente culpable con toda la situación y lo último que quiero en estos momentos es hacerle sentir peor.
Vamos en silencio y no hemos cruzado palabra alguna desde que salimos del estudio en la casa de mis abuelos. El auto se detiene en un pequeño parque y vuelvo mi mirada hacia Josh, quien se acomoda en el asiento para quedar frente a mí.
-Phoebe...-musita y sé por dónde va a ir.
-No. -Suavemente, tomo sus manos entre las mías-. No es tu culpa, ni siquiera lo pienses.
-Yo no quería... no quería te pelearas con tus padres, con Ted... -murmura y niega despacio.
La culpabilidad que siente le es palpable en el rostro y me siento horrible por el hecho de que se sienta de ese modo.
-Se cuánto significa tu familia para ti y yo no...
-Josh, cariño... -tomo su rostro entre mis manos y lo obligo a posar su mirada sobre la mía-. Si, ellos significan mucho para mí, pero tú significas más porque te amo.
Josh sonríe tímidamente y esa sonrisa logra que me derrita sobre mi asiento. Con mis dedos, suavemente, recorro la línea de su mejilla derecha. Atrapa mi mano con la suya y besa prolongadamente el dorso.
-Encontraremos la forma -musito y él asiente despacio.
-Te amo nena -dice y yo solo puedo sonreír.
Cada vez que lo escucho pronunciar esas dos palabras mi corazón palpita desbocado dentro de mi pecho y lo único que deseo es podamos estar juntos para siempre.
-¿Qué quieres hacer? -pregunta, buscando cambiar mi anterior estado de ánimo sin saber que ya lo había logrado-. ¿Comiste algo en casa de tus abuelos? -pregunta luego y aunque yo no lo quiera, en ese aspecto se parece un poco a papá.
-No, a decir verdad a penas y pude tomar bocado.
-Fifi...
-Ya lo sé, ya lo sé -musito, jugando levemente con sus dedos-. Tengo que comer.
Josh sonríe divertido.
-Entonces, ¿me permite esta dama tener una cena con ella?
-Por supuesto.
-Bien, entonces vamos -se acomoda sobre su asiento y enciende el auto de nuevo-. ¿Quieres ir a algún lugar en específico?
-No, cualquiera viene bien para mí.
Lo veo sonreír levemente y nos ponemos en marcha.
Josh logra hacer que me olvide de todo por el resto de la tarde, especialmente en nuestra cena. Me encanta escucharlo hablar acerca de sus casos y la pasión que le coloca a cada uno de ellos, así como me encanta escucharlo reír. Su risa logra relajarme y hacerme sentir que nada malo puede pasar.
Cancelada la cuenta del restaurante, Josh abre la puerta del restaurante así como la del auto para que yo pueda ingresar. Cierra la puerta y rodea el auto para ocupar el puesto del conductor.
-¿Qué quieres hacer? -pregunta, aún sin haber encendido el auto.
-Tengo una idea -comento, emocionada y él sonríe con amplitud.
Dios, como me encanta su sonrisa.
-¿Y bien? ¿Qué se le ocurrió a la señorita?
-Sigue mis indicaciones y llegaremos -Josh asiente ligeramente y no colocamos en marcha.
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Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma