Me miro una última vez en el espejo de cuerpo entero que tengo justo dentro del armario para repasar mi aspecto para esta noche. Opte por un jersey naranja que me queda solo un poco suelto y que me da un estilo desenfadado pero elegante junto con unos vaqueros ajustados al cuerpo y unos botines de tacón grueso color taupe. El cabello me cae suelto sobre la espalda y el maquillaje es más natural. Tan solo un poco de polvo, delineador para las pestañas, algo de rubor y brillo.
Josh debe llegar en cualquier momento y papá aún no ha llegado a casa, lo que evitara un posible momento incómodo. Mamá aún se encuentra en la cocina, en el mismo banco en el que la deje, solo que esta vez esta con su portátil y unos cuantos manuscritos.
-Te ves preciosa cariño -comenta mamá, apartando su vista del ordenador y toma una taza, la cual probablemente contiene su té favorito.
-Gracias mamá, ¿Qué haces?
-Doy una última revisión a estos manuscritos. Mañana tenemos una junta y se presentaran propuestas para ellos.
Siempre me ha encantado la manera en la que mamá se puede desconectar del mundo entero cada vez que lee una de sus novelas británicas favoritas o como cuando trabaja con alguno de sus manuscritos. Ted se parece más a ella en ese sentido que yo. De niño siempre fue un pequeño ratón de biblioteca, justo como mamá.
Gone Gone Gone suena dentro de mi bolso de mano y una sonrisa se instala en mi rostro al saber que es Josh quien llama y que ya se ha de encontrar afuera.
-Ya me voy mamá -musito y ella asiente con levedad antes de sonreírme.
Me despido de ella con un beso en la mejilla y salgo de casa. El auto de Josh se detiene en frente justo en el momento en el que cierro detrás de mí. Cuando me acerco hasta el coche, Josh sale y rodea el mismo para detenerse frente a mí. Se ve exquisitamente maravilloso en ese atuendo informal y desenfadado. Lleva una cazadora de cuero negro con un jersey gris claro debajo y vaqueros, además de unos deportivos marrones con un toque de verde militar. Me encanta cuando se ve tan informal y relajado porque aparenta los veintinueve años que tiene.
-Vaya cariño, te ves hermosa -musita con esa tímida sonrisa que me derrite y que me provoca comérmelo a besos-. De verdad que estas hermosa.
-Tú también te ves increíble -recorro sus brazos con ambas manos y luego vuelvo a subir, deteniendo mis manos sobre su formado pecho-. Tendré que matar a cualquier mujer que te mire esta noche.
Se carcajea levemente y gozo del momento. Su risa es otra de sus cualidades que surte efecto en mí.
-Ven vamos.
Su mano encierra la mía y yo disfruto de su roce y su contacto mientras nos dirige hasta el coche y como todas las veces anteriores, abre la puerta y espera por mí.
-Ya que ambos optamos un por atuendos un poco más informal, ¿A dónde te gustaría ir?
-Hay un lugar en el 2208 Queen Anne Ave.; es un poco informal y la comida es deliciosa.
-Perfecto, a la Queen Anne Ave.
Enciende el auto y nos ponemos en marcha hacia la dirección que he mencionado. Enciendo la radio y la suave melodía de That Home de The Cinematic Orchestra inunda el coche. Me relajo en el asiento mientras Josh conduce. El tráfico es más ligero ya que ha pasado la hora pico y que la mayoría de los habitantes de Seattle se encuentran en sus casas.
Los dedos de Josh juegan con los míos cada vez que puede y un cosquilleo recorre toda la palma de mi mano. El silencio cómodo que hay entre nosotros finaliza cuando divisamos el restaurante How to Cook a Wolf con su aspecto rustico pero refinado.
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Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma