Mamá me mira con una sonrisa en el rostro. He omitido la parte apasionada de la historia por el bien de Josh y solo le he contado lo bonito y maravilloso que ha sido el tiempo que hemos pasado juntos. De lo caballero y respetuoso que ha sido y del amor y cariño que me ha demostrado.
Sé que la sonrisa que debo de tener en estos momentos ha de partirme el rostro en dos.
El camarero ya ha traído nuestros platos y los hemos disfrutado durante el transcurso de mi historia con Josh. Tomo la copa de vino y bebo un pequeño sorbo antes de dejarla en la mesa. Mamá imita mi gesto y me mira con intensidad.
-Mamá nunca tuve la intensión de hacerte sentir que no confiaba en ti, de que no quería que supieras acerca de nosotros -digo y dirijo mi mirada un momento hacia mi plato-. Es solo que sabía cómo iban a reaccionar todos y no quería que te vieras en obligación de ocultárselo a papa porque sé que yo aún no estaba lista para decírselo -añado y mamá apoya su mano sobre la mía por encima de la mesa.
-Phoebe cariño...
-Sé que entre papá y tú no hay secretos y sé que te herí al no habértelo contado a ti primero. Lo vi en tus ojos ayer mamá.
Mamá aprieta el agarre en mi mano y yo apoyo mi otra mano sobre la suya.
-Pensé que no confiabas en mí lo suficiente como para no haber venido conmigo primero -murmura y yo acaricio su mano.
-No, mamá, no es así -murmuro también con un nudo en la garganta-. El abuelo lo descubrió el sábado en la noche, después de la subasta del primer baile, luego solo tuve que confirmárselo.
Suelto la mano de mamá para tomar de nuevo la copa de vino y beber un sorbo. Mamá hace lo mismo y volvemos a dejar las copas sobre la mesa.
-Nuestra intención fue siempre hablar primero con ustedes -comento y tomo de nuevo el cubierto-. Josh y yo queríamos que los primeros en enterarse de nosotros fueran tú y papá.
El silencio nos invade de nuevo y ya no sé qué más pueda decir. Odio que la situación entre nosotras se encuentre de este modo, cuando antes podíamos hablar durante horas sin parar.
Comemos sin decirnos palabra alguna y el hambre que anteriormente pude tener va disminuyendo poco a poco así como lo hace mi ánimo en este momento.
-¿Nos aceptas tú, mamá? -me atrevo a preguntar finalmente con miedo a lo que podía ser su respuesta.
Ayer en el despacho de mi abuelo no dijo mucho y su sencilla negación con la cabeza no me dejo muy claro cuál era su posición con respecto a mi relación con Josh.
Ella parece meditar su respuesta durante más tiempo del que creo se necesite y mis nervios van hacia arriba.
-Quisiera hablar con Josh primero -responde y poco a poco me voy aliviando aunque su respuesta no haya sido un sí.
Tampoco ha sido un no.
Me sonríe al ver como mis hombros se relajan un poco y vuelve a tomar mi mano.
-Solo quiero tu bienestar y felicidad cariño.
-Lo sé mamá, de verdad lo sé -le devuelvo la sonrisa y ella vuelve a su lado de la mesa-. Hablare con Josh.
Ella asiente y dejamos de lado el tema, enfocándonos en mi primer día en Grey House. Lo que nos queda de hora se pasa volando y después de haber cancelado la cuenta salimos del restaurante donde Taylor nos espera para llevarnos a nuestros respectivos sitios de trabajo.
Llego a la una en punto a la oficina y comienzo a trabajar en el archivo en que estaba antes de salir a almorzar para enviárselo a Ross a través del correo interno de la empresa. Al igual que la mañana, la tarde se me pasa rápidamente mientras realizo algunos documentos y trabajo con Ross acerca de nuevas empresas que desean adquirir para trabajar a futuro.
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Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma