Una vez en mi habitación, cierro la puerta con seguro para no ser molestada luego. Suelto mi cartera en la silla que hay frente a mi cómoda y me encamino hacia el baño para preparar la bañera.
Es tarde, pero la tensión de todo el día ha vuelto a remolinarse sobre mis hombros con ese pequeño momento de allá abajo y no quiero irme a dormir en ese estado, menos si mañana me toca mi primer día en Grey House.
Tomo mi teléfono de mi cartera y ya dentro del baño lo coloco a un lado de la bañera. Me desvisto y me acomodo dentro la tina y dejo que mi cuerpo se relaje y que el agua caliente junto con el gel de baño de lavanda me lleva a un estado de relajación completa.
Gracias a mi teléfono que suena con Gone Gone Gone momentos después, logro despertarme del ensoñamiento que me estaba invadiendo.
-Hola -murmuro, ya que es todo lo que puedo hacer.
-Hola -saluda Josh, un poco más entusiasmado que yo-. ¿Estás bien?
Sé que se refiere a la situación que pude haberme encontrado en casa al dejarme.
-Sí, estoy en la bañera -respondo con una ligera sonrisa.
-Valla, quisiera poder hacerte compañía -musita y logra que me despierte más con la simple imagen de ambos dentro de una bañera, disfrutando de un tranquilo baño.
-A mí también me gustaría tenerte aquí.
Lo escucho gemir levemente al otro lado de la línea y provoca la misma reacción en mí.
-¿Todo bien con tus padres? -pregunta, cambiando de tema, por el bien de nuestra conversación.
-Sí, de hecho intercambiamos pocas palabras. No quería pelear a estas horas de la noche sabiendo que mañana comienza mi carrera laboral.
-Y ya deberías de estar en la cama y no desvelándote por culpa mía -musita en tono burlón y luego ríe con suavidad.
-No me importaría pasar toda la noche despierta contigo -murmuro, con un poco de timidez.
Josh suspira y luego escucho un pequeño gemido y no estoy segura de sí fue mío, de él o sencillamente de ambos.
-Cariño me estas matando.
Sonrió tiernamente aunque sé que él no podrá verme.
-Será mejor que te deje descansar -comenta y no quiero que nuestra conversación termine-. Podría terminar escabulléndome por tu balcón si nuestra conversación continua así.
Rio ante su comentario y sé que yo le dejaría entrar.
-Bueno, puedes encontrar las puertas del balcón abiertas, pero ten cuidado con el equipo de seguridad -comento mientras me levanto con cuidado y alcanzo una toalla para poder secarme.
Salgo, parándome encima de la alfombra y mantengo mi teléfono sujetado con el hombro mientras descorcho la tina para que pueda vaciarse.
-De acuerdo, tendré cuidado -murmura y yo solo sonrió-. Hora de dormir señorita, nos vemos mañana.
-Está bien, descansa. Te amo. -Seco mi cuerpo mientras sostengo mi teléfono entre mi hombro y mi mejilla.
-También te amo preciosa, descansa.
Cortamos la comunicación y termino de arreglarme para meterme en la cama.
Me he arreglado después de una relajante ducha. Es el primer día y mi relación con papá y con Ted no podía estar en peor condiciones. Básicamente no nos dirigimos la palabra. Llevo un pantalón de gabardina largo negro de botas un poco anchas, una camisa negra manga corta con un estampado de pequeños topitos negros y blanco y mis salones negros. Un maquillaje sencillo y he decidido dejarme el cabello suelto.
ESTÁS LEYENDO
Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma