Dejar a Josh en el aeropuerto y ver como su avión partía había sido una de las cosas más difíciles que había hecho en estos meses. Odio la sensación de vacío que siento en el pecho por saber que no seré capaz de verlo durante un mes entero pero esa sensación de vacíes desaparece cuando pienso en que después de ese espacio de tiempo, él regresara para que emprendamos una vida juntos. Casi me fui al borde de las lágrimas cuando llego el momento de separarnos y me pregunto cómo es que ha hecho para calar tan fondo a través de mis sentimientos.
Desde que salimos del hotel pude notar la presencia de mis CPO en la Suv negra que nos siguió durante todo el trayecto, por lo que supe que papá no había perdido el tiempo para mandar a alguien a que me custodiara y después de que Josh desapareciera detrás de la puerta de abordaje tuve que decidir entre coger un taxi hasta Grey House o dejar que mi equipo de CPO me llevara. Agradezco que Taylor sea uno de los presentes.
Con la Suv tenía más posibilidades de llegar a tiempo a Grey House por lo que ahora me encontraba en el asiento trasero con dos hombres en la parte delantera.
Sería bastante incomodo el tener que trabajar y verle la cara a Ted después de lo desastrosa que había resultado la cena la noche anterior. Incluso lo llame imbécil y no suelo ir por la vida insultado a la gente, muchos menos a mi hermano. No quiero ni imaginar la reacción que tendrán papá y Ted cuando se enteren que he decidido mudarme con Josh.
¡La que se va a armar cuando se enteren! Espero encarecidamente la ayuda de mamá cuando decida darles la noticia.
-Señorita Phoebe, ya hemos llegado -musita Taylor sacándome de mis cavilaciones y me percato de que, efectivamente, nos encontramos aparcados justo al frente de Grey House.
-Gracias Taylor -me regala una pequeña sonrisa y tomo mis pertenencias para salir del automóvil-. ¿No sabes si papá y Ted ya han llegado? -le pregunto a Taylor, quien camina a mi lado.
-El joven Theodore sí, pero el señor Grey llegara pasada las diez -responde y yo solo asiento.
-Gracias de nuevo Taylor -musito y dejo un corto beso en su mejilla. Este hombre siempre estuvo presente en mi vida y le tengo un gran aprecio-. Papá ya debería dejar que te retires.
-No tiene por qué darlas señorita y además, si me retirara, no tendría nada interesante que realizar durante el día y me aburriría demasiado -responde y sé que es totalmente cierto. Nunca lo he visto haciéndose del vago o desatendiendo sus tareas-. Me gusta mucho lo que hago.
Claramente sé que es así y agradezco cada día por haber cuidado de papá durante tanto tiempo y por cuidar luego de mamá, de Ted y de mí.
Taylor me acompaña hasta la puerta de mi oficina y una vez ahí hace un pequeño gesto con la cabeza y se aleja por el largo pasillo hasta la oficina de papá. Yo ingreso y cierro la puerta.
El vuelo de Josh durara aproximadamente cerca de seis horas y medias por lo que no tendré noticias de él hasta alrededor de las tres o cuatro de la tarde y no es algo a lo que este acostumbrada.
El tono de llamada del teléfono me deja saber acerca de una llamada interna.
-Buenos días señorita Grey. -saluda una voz masculina. Sé que ya la había escuchado y antes de poder recordar con exactitud quien habla, la persona indica su nombre: - Soy Russel, de recepción.
Claro que era Russel, el mismo joven que había llamado hace dos días. Me extraña el hecho de que este llamando nuevamente.
-Dime Russel, ¿Qué sucede?
-El joven que vino hace unos días está aquí con un paquete para usted y quería informarle que lo haré subir.
Sus palabras me agarran por sorpresa y con un leve tartamudeo le indico que me parece bien. Es cuestión de cinco minutos para escuchar el leve golpe en mi puerta. Me levanto y me encamino hacia la puerta de mi oficina.
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Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma