-Papá, señor Grey, me gustaría hablar con usted y con Phoebe -musita un tanto inseguro y nervioso.
-Podemos retirarnos si lo deseas cariño -Katy le regala una sonrisa y Mike asiente despacio.
-No, no, esta bien. -Se apresura en contestar y todos lo miran expectante-. De hecho, seria muy bueno que tanto todos escucharan.
-De acuerdo, ¿de que se trata? -pregunta papá entrando en su modo de CEO y yo le frunzo el ceño para que se relaje un poco.
Aunque la curiosidad, los nervios y un poco de miedo recorren despacio cada parte de mi cuerpo, espero pacientemente a que Josh comience a hablar y antes de hacerlo se voltea hacia mi.
-Cuando me marche aquella noche, todo lo que dije fue mentira -musita y aprieta ligeramente mi mano-. Jamas dejaría de quererte, de amarte como lo hago. Jamas fingiría que no me importas y que solo se trataba de un juego. Jamas dejaría de luchar por estar a tu lado y jamas dejaría que nada se interpusiera entre nosotros.
»Esa noche, mientras dormías, para mi iba a ser mas fácil marcharme creyendo que me odiabas que hacerlo sabiendo que me amabas y que te estaba lastimando tanto. Jamas pensé que me separaría de ti pero aquella noche tenia que marcharme. Te amo e irme fue lo mas duro y doloroso que he tenido que hacer en mi vida. Te amo y quiero que recuerdes eso cada momento, cada día de ahora en adelante, ¿de acuerdo?
Las lagrimas me pican dentro de los ojos y me armo de fuerzas para no soltarlas. Se queda esperando mi respuesta y termino por asentir porque se que las palabras no es una opción viable en estos momentos.
Se acomoda en el asiento y queda frente a papá, quien ha presenciado todo en silencio y completa atención. Como mamá y los padres de Josh.
-Cuando me marche no lo hice porque verdaderamente quise. A los pocos meses de que Phoebe y yo comenzáramos a vivir juntos me dejaron un sobre en la oficina -la caricia de su dedo me hace sentir un poco relajada pero aun con la tensión en todo el cuerpo y el suyo se encuentra igual-. Era una carta de advertencia.
La sorpresa impacta en los rostros de todos los presentes, incluyendo el mio y el ceño de papá no tarde en fruncirse de nuevo.
-¿Una carta de advertencia? -pregunta serio y comienza a molestarse.
-Si. Decía que debía alejarme de ti, que debía marcharme y dejarte sola o iba a lamentarlo -musita, volviendo su rostro hacia el mio y lleva el dorso de mi mano hasta su boca.
-¿Por qué no dijiste nada? -pregunta Mike, quien al parecer, es el único que puede hablar.
-Al principio pensé que era una mala broma de Ted. Estaba molesto porque me había enamorado de su hermana pequeña y que no me quería cerca de ella y preferí pensar que era una muy mala broma y pasarlo por alto -suspira con profundidad y yo tengo que imitarlo-. Luego tuviste aquel raro y pequeño accidente.
Al mencionarlo, me recuerdo muy bien de aquel día. Todo iba como solía hacerlo. Estaba un poco nublado y había dejo a Josh en el despacho ya que no saldría a ver unos muebles que a ambos nos interesaban para el apartamento. Ese día, Josh no podía acompañarme por un junta que tenia.
Después de haber visto los mueble y haberle dado el visto bueno y concretado la compra volvía a Grey House cuando un auto salio de la nada y se había impactado en la parte trasera de mi coche. Según el otro conductor y varios transeúntes, un tercer coche lo había empujado por detrás y luego se había dado a la fuga.
Por suerte, el golpe no fue muy duro y todo había terminado en un susto y una abolladura en mi coche.
-En su momento, no pensé en la carta porque había pasado un par de semanas pero luego me llego otra.
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Las Sombras de mi Padre
RomancePorque cincuenta sombras no son faciles de olvidar. Prohibida la copia parcial o completa de esta obra. Parte de los personajes me pertenecen. Otros pertenecen a E.L. James. Todos los derechos reservados. ©2015, Catherine Perez Palma