Teenagers [Chifuyu Matsuno x Oc]

Capítulo I.

[ They said ]

Camila

—¿Es muy necesario irnos? —Camila aún no estaba de acuerdo con su madre y la idea de mudarse, quizás no habría tanto problema si fuera de una ciudad a otra, de un estado a otro, pero no, su madre quería irse del país.

—Cami, entiende por favor —su madre era una mujer japonesa, la cual por azares del destino, había terminado enamorada de un joven latino a primera vista en un viaje de graduación.

Comenzaron hablando por correspondencia y por teléfono, prontamente ambos iniciaron una relación y antes de darse cuenta, estaban casados y con una hija.

—Pero vamos a dejar a mi abue y a toda la familia —estaba desesperada, daría cualquier cosa por quedarse—, ¡Valentina se pondrá muy triste!

Valentina era su mejor amiga, una chica demasiado alta y con el cabello rizado, simplemente no podría dejarla así como así.

Su madre se le paró al frente, con mirada firme y el rostro serio—. Ya hablamos de esto, Camila. Entiende que aquí no conseguiré empleo en ningún lugar.

—¡Pero hablas tres idiomas! —su madre era enfermera, muchos dirían que la enfermera del pueblo, pues siempre terminaba cuidado de sus vecinos más ancianos y de aquellas mujeres, cuyos traviesos hijos terminaban heridos o lastimados luego de pasar el día entero jugando en la calle— Podrías ser intérprete, o incluso trabajar en una clínica privada—

—¡Camila! —nunca le gritaba— Entiende de una vez, no queda nada aquí para nosotras. Yo también tengo familia, ¿crees que no los extraño?

—Pero no es justo —con unas lágrimas rogando por salir, Camila se tragaba el orgullo y terminaba de empacar: el avión salía en unas horas y el taxi ya las esperaba fuera de la casa..

Había tardado dos semanas en conseguir una preparatoria a la cual asistir, aparentemente la única donde no era importante que su primer idioma no fuera el japonés. Aunque a Camila eso no le importaba en lo más mínimo, su madre se había tomado la completa libertad de enseñarle a hablarlo y escribirlo, no era la mejor, pero era algo.

Tanto su padre como su madre le habían enseñado su respectivo idioma, sin mezclarlo y sin confundirla, ambos le hablaban en diferentes momentos y tiempos, intentando todo lo posible para que Camila fuera fluida de manera natural.

—Esperamos... puedas unir... —su nuevo director comenzó a hablar en un español muy malo.

—También habla japonés —interrumpió su madre al ver al director batallar tanto. Su rostro se relajó considerablemente y luego aclaró su garganta.

—Disculpe, estuve practicando pero parece ser que es más difícil de lo que imaginaba —dijo con tono avergonzado. Su director era un hombre joven, quizás iniciando sus treintas, llevaba puesto un saco marrón y una corbata beis—. Camila, esperamos que te puedas integrar a tu nueva escuela, quiero que sepas que eres bienvenida y si surge algún problema, cualquier miembro del personal estará más que dispuesto a ayudarte.

—Muchas gracias —el director era tan amable, parecía un chiste que su antiguo director le había lanzado un plato de tacos sudados a dos alumnos para que dejaran de pelear—. También espero poderme llevar bien con mis nuevos compañeros.