[All the things she said]
Camila
Viernes 18 de noviembre.
—¿Crees que debería rechazar la propuesta del concurso?
Después de clases, me iba con Yada a dar paseos por algunos lugares, como el centro comercial, algún parque o tienda, con la esperanza de que no se deprimiera tan fácilmente, como menos así me aseguraba que comía algo y no se saltaba el almuerzo, cosa que ya no hacía tanto, pero quería estar segura de cualquier manera.
Además, Chifuyu se había hecho de un nuevo amigo y pasaba mucho tiempo con él, así que habíamos suspendido las pequeñas asesorías, a pesar de que últimamente solo hacíamos la tarea y luego veíamos televisión. Saber que estaba ocupándose en algo me alegraba bastante, solo esperaba que no estuviese buscando un reemplazo.
—Creo que no —en la misma heladería de siempre, Yada había pedido un batido de frutos rojos y yo un sundae de otro helado experimental, bastante bueno—, últimamente estudias mucho y siempre estás haciendo trabajos extra. Ganarías con los ojos cerrados.
Por la mañana, el director y varios profesores habían tenido una reunión con Yada, invitándole a participar a otro concurso de conocimientos, en el cual, el ganador obtendría una beca económica para la universidad, se llevaría a cabo a finales de enero del próximo año, así que tendría bastante tiempo para prepararse.
Yo creía que ella estaba más que lista, y que le ganaría a cualquiera, como ya lo había hecho antes en repetidas ocasiones. Sin embargo, ella no se sentía lista.
—Pero, ¿y si no gano? —le dio un trago a su batido, cansada y decaída— Mi futuro va a estar condenado de por vida, todo el comité de profesores cuenta conmigo.
—Oh, vamos —intenté animarla—. Estoy segura que nadie más que tú podría ganar, además, si ganas, con la beca podría aplicar a cualquier universidad. La que tú quieras.
—En eso tienes razón... —era consciente que aquella era una decisión difícil, y que no debía tomarse a la ligera, pero del miedo surge el fracaso. No hay nada mejor que una buena motivación para animarse a hacer algo.
—Pero —añadí, al verla bastante frustrada—, no estás obligada a aceptar. Si crees que es mala idea, no pasa nada.
—A veces me confundes —murmuró, mirando por la ventana a las personas pasar.
Yada había cambiado. Sonaba cansada, su rostro se había vuelto muy pálido y cansado, si mi abuela la veía, seguro la mandaría a tomar sol y comer verduras hervidas toda la semana, hasta que sus mejillas volvieran a ser tan redondas y suaves como antes. Sus ojos ya no daban esa chispa del primer día en que la vi, cuando emocionada me invitó a sentarme a su lado, pero eso era algo que ni yo, ni nadie más que ella, podría cambiar.
La muerte de Keisuke había marcado un muy fuerte antes y después en ella.
Solo esperaba que pronto comenzará a sentirse mejor, que pronto alguien la mirara y dijera yo la quiero, que le diera todas esas atenciones que él solía darle de forma tan desinteresada. Aunque probablemente no sería lo mismo.
—Solo quiero que entiendas —tomé su mano y la apreté con suavidad, estaba algo fría por sostener su batido—, que cualquier decisión que tomes, será la correcta.
Después de un rato, caminábamos despacio por el parque, era un día soleado y bastante tranquilo, buscábamos una banca en la cual descansar un momento. Aquel era el tipo de días que te invitan a tirarte en el pasto, bajo la sombra de un gran árbol y tomar una siesta hasta que comience a atardecer.
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Teenagers [Chifuyu Matsuno x Oc]
De TodoTras la muerte de su padre en un trágico accidente de auto mientras iba al trabajo, la madre de Camila decide que la mejor opción para ambas es regresar a su país de origen, Japón. En un intento de hacer amigos nuevos, Camila se ofrece a ayudar a u...