[Cry baby]
Camila
Viernes 19 de agosto.
La noche anterior había comenzado mi período.
Normalmente no me causaba muchos problemas aunque los cólicos fueran muy fuertes, podía tomar algún analgésico para el dolor y tener un día normal. Pero no me sentía muy bien.
Sentía la cabeza pesada, me dolían las rodillas y los pechos, y tenía una constante sensación de asco. Tal vez estaba deshidratada.
-¿Te sientes bien? -habían pasado ya dos semanas desde que Chifuyu se sentaba a mí lado y cada día nos volvíamos más cercanos- Te ves algo pálida.
-Estoy bien -mentí, guardando la nota del día y enseguida un pinchazo de dolor me dió en la parte baja del vientre-, es que no desayuné en la mañana.
La nota del día no era nada más ni nada menos que un trozo de papel, escrito a mano, lleno de insultos y cosas denigrantes, cortesía de Takaoka. Todos los malditos días, sin falta alguna, mi banca tenía una de sus notas antes de comenzar la clases y una al finalizar la hora del almuerzo. Siempre las recogía para luego tirarlas en algún basurero, les daba la menor importancia posible, nadie más que Yada sabía de ellas.
-Ya te dije que debes desayunar en la mañana -bufó. Desde que lo ayudaba en las tareas, habíamos tomado mucha confianza el uno con el otro; le había contado que desde que mamá trabajaba en el hospital, a veces me daba flojera desayunar.
Luego de la vista del señor Asano, casi parecía haberse mudado a mi casa. Con el paso de los días descubrí que era un excompañero de escuela de mamá, siempre habían sido buenos amigos, y cuando mamá se mudó, perdieron el contacto. Hasta que se toparon en la tienda de conveniencia y fueron a comer juntos, se pusieron al día; era un par de años mayor que mamá, tenía unos seis años divorciado y tenía un hijo de mi edad que, según sus propias palabras, sería un buen amigo.
No me molestaban sus visitas, pero de un momento a otro mamá llegaba a casa más temprano y se iba antes de que yo despertara para la escuela, sus uniformes cada día eran más y su bolso para trabajo no estaba. Tardó unos días en decirme que ahora trabajaba en un hospital y que podría pasar más tiempo en casa. Conmigo y con el señor Asano, que insistía en que lo llamara Taisei.
Ahora que mamá tenía un horario fijo de trabajo, ella se encargaba de preparar la cena mientras yo hacía la comida. Y Taisei solo llegaba a cenar, siempre se marchaba bien entrada la noche. Estaba haciendo su mayor esfuerzo para que nos llevaramos bien y yo lo apreciaba mucho, pero me incomodaba un poco que siempre me regalara algún postre que compró de camino.
-Ya lo sé -le respondí-, solo hoy se me hizo tarde.
-Llevas diciendo eso todo la semana, Cami -no lo había notado-. Vamos, compraremos algo de comer.
-Pero no tengo hambre -le mentí, frunció un poco el seño y se cruzó de brazos-. Está bien, vamos.
Como ya era la hora del almuerzo fuimos directo a la cafetería. Cuando me venía el período era muy selectiva con lo que quería comer, mi estómago solo aceptaba dos opciones, o sería una comida bien caliente o sería una comida bien helada, o de lo contrario no tendría la sensación de saciedad y dejaría de comer sin más. Cuando estaba con mamá me obligaba a mí misma a terminar la comida, aunque sintiera que en cualquier momento iba a vomitar, pero estando sola me daba el lujo de comer lo que yo quisiera hasta sentirme satisfecha, así fueran dos cucharadas o dos porciones.
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Teenagers [Chifuyu Matsuno x Oc]
De TodoTras la muerte de su padre en un trágico accidente de auto mientras iba al trabajo, la madre de Camila decide que la mejor opción para ambas es regresar a su país de origen, Japón. En un intento de hacer amigos nuevos, Camila se ofrece a ayudar a u...