Capítulo XXIII.

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[Paper rings]


Camila

Sábado 17 de diciembre.

—¿Quieres más?

La madre de Chifuyu se levantó temprano para irse al trabajo, así que nos quedamos en casa con Peke J. y Melody, desayunando juntos.

Después de todo el ajetreo y problemas de la noche anterior, la mañana era excesivamente pacífica, casi era imposible creer que algo había sucedido, pero mis uñas mordidas y cabello enredado indicaban todo lo contrario. Si bien había pasado una noche tranquila, se sintió como solamente dos minutos.

Chifuyu se tomó la molestia de preparar huevos revueltos y algo de jugo de naranja, pero no tenía el valor suficiente para decirle que los huevos estaban pasados de sal. No quería hacerlo sentir mal.

Según había dicho, luego de almorzar, iríamos a mi casa por algo de ropa para después ir a la estación de policía y hacer la denuncia, o demanda, no tenía idea. Solo sabía que debía ir.

Pero antes, debía llamar a mamá y decirle lo que había sucedido, esperando se lo tomara de la mejor manera posible y no se molestarse conmigo, sino con quienes habían irrumpido en la casa.

—Gracias —respondí, en un tono amable dando un sorbo al jugo—, pero ya terminé.

—Dame el plato —se giró de la estufa, donde preparaba uno para él, para tomar la losa y dejarla en el fregadero—, yo lavo esto, mientras llama a tu mamá.

—¿El teléfono está en la sala? —asintió despacio. Me levanté camino al teléfono, los dos mininos estaban dormidos el uno junto al otro, hechos bolita, en uno de los sillones.

Descolgué el parlante y marqué el número de Taisei, prefería hablar con él que con mamá, de algún modo sabía que sería más fácil. Pasaron cuatro pitidos antes de que contestara la llamada.

—¿Hola...?

—¿Taisei? Soy Camila —inicié, lo más probable es que no reconociera el número.

—¿Camila? ¿De dónde estás llamando? ¿No estás en casa?

—Eh... no —pensé un par de segundos como continuar—. De eso quería hablarte.

—¿Sucedió algo? El bíper estuvo sonando toda la noche, llamé a casa y no contestaba, ¿dónde estás?

—Sí... unos ladrones entraron por la noche —inicié, porqué en realidad aparte de ser miembros de una pandilla, eran ladrones, se habían llevado toda la comida.

—Dios mío, ¿te encuentras bien? ¿te hicieron daño?

—Estoy bien —respondí con un largo suspiro—. Pero, me temo que no solo fueron a robar...

—¿Qué quieres decir? ¿Dónde estás?

—El chico que me molesta, Takaoka, iba con ellos —admití, repetirlo solo hacía que mi garganta se sintiera pesada y llena de arena—, creo... creo que me estaba buscando. Esperaron a qué ustedes se fueran para entrar.

—Camila, no me estás respondiendo, ¿dónde estás?

—Uh, llamé a Chifuyu de un teléfono público... —rogaba que no se lo contara a mamá— le pedí que fuera por mí y estoy en su casa.

—¿Pero estás bien?

—Físicamente, sí —respondí, más de fuerza que de ganas—. Emocionalmente, no muy bien.

Teenagers [Chifuyu Matsuno x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora