Una noche puede cambiarlo todo. Puede cambiar el destino de las cosas. Puede alterar tu futuro de maneras inexplicables. O también puede romper el corazón de quien más amas.
¿Cómo será verlo de nuevo después de todo lo que sucedió? Después de haber...
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📆: Presente ; 2018
Había pasado una semana desde que tuve el encuentro con Louis y por más que no quería, no podía sacarlo de mi mente en todo el día.
— Cariño, ¿a qué hora sale tu vuelo hoy? — preguntó mi novio, quien estaba recostado a mi derecha.
— Uhm, no lo sé, creo que sale en la noche — respondí algo distraída. Estaba revisando mi agenda en mi laptop, me consideraba alguien muy organizada por lo que quería tener todo en orden.
— ¿que te pasa amor? — su mano subió por mi pantorrilla, haciéndome estremecer. Estaba haciendo caricias, lentas, y lo único en lo que pensaba era en Louis y sus manos, entonces me paré, inmediatamente — ¿Esta todo bien, Claire?
— S-si si, solo, tengo ganas de ir al baño — le sonreí algo incomoda, y me metí en el baño de la habitación, cerré la puerta detrás mío y me apoyé en esta. Por Dios, necesitaba respirar.
Esta noche viajaríamos de regreso a casa en Los Ángeles. Pero antes, tenía una sesión de fotos para una revista, así que debía ir en unas horas, pero no podía dejar de pensar en lo qué pasó.
Me culpaba y me sentía tan mal por haber hecho eso. Quería retroceder el tiempo, y no haberlo hecho, pero cuando recordaba lo que se sintió, solo quería que pase de nuevo.
Desde ese día, no he tenido ningún tipo de intimidad con Jacob, solo podía darle pequeños besos castos. No me daban ganas de hacer absolutamente nada más, porque temía que si lo hacía, vendrían a mi mente las imágenes de esa noche.
— Claire, bebé, ¿todo bien ahí dentro?
Me sentí un poco mareada cuando quise girarme a abrir la puerta, tambaleándome. Me apoye en el lavamanos, mi cabeza comenzó a doler, insoportablemente.
— ¿amor? — volvió a preguntar.
— Estoy- estoy bien — apenas pude responder.
Tenía un mal sabor de boca, que me provocaban náuseas. De seguro había comido algo que me cayó mal. Intenté recordar que comí ayer que haya podido afectar mi pobre estómago, pero nada me venía a la cabeza.
Moje un poco mi cara, lave mis dientes una vez más y salí, intentando lucir lo más normal posible.
— Solo me duele un poco el estomago — le sonreí, él asintió pero sabía que no estaba del todo convencido. Me miro por unos segundos en los que no pude mantenerle la mirada, se acercó y sujetó mi rostro, ejerciendo un poco de fuerza.
