Una noche puede cambiarlo todo. Puede cambiar el destino de las cosas. Puede alterar tu futuro de maneras inexplicables. O también puede romper el corazón de quien más amas.
¿Cómo será verlo de nuevo después de todo lo que sucedió? Después de haber...
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📍: Boom, Bélgica 🇧🇪
Pase mis manos por detrás de su cuello, y él se apoyó con sus manos en mis piernas. Las cuales acariciaba, en un movimiento de arriba a abajo. Sus manos pasaban de mis piernas a mi cintura, de mi cintura a mi mejilla y luego nuevamente a mis piernas.
Él beso estaba siendo lento, pasional y agradecía estar aquí mismo con Louis, porque él me conocía más que bien y sabía exactamente lo que me gustaba y lo que no. Y esto era más de lo que me gustaba.
Quise apegar más nuestros cuerpos, como si eso fuera posible. Ya no existía ningún tipo de distancia entre ambos, estábamos completamente pegado al otro.
Dejé de besarlo, para pasar mis labios en su cuello. Así como él sabía lo que a mi me gustaba, yo también sabía lo que a él le gustaba.
Dejé besos húmedos a lo largo de su cuello, escuchando sus bajos jadeos y como su agarre en mi cintura se hacía más fuerte.
Sentía una extraña excitación, era algo nuevo, como una fuerza dentro de mi que solo quería más y más. Solo eran besos y toques, no estábamos haciendo nada más pero yo me sentía demasiado extasiada. Supongo que era otro más de los efectos del embarazo.
— Hey, amor, no dejes marcas — pidió él, entre risas pero para mi no era una broma, eso solo hizo que me dedicara a besar y a morder lo más que podía. A mi mente venían las imágenes de ella mirándolo y las cosas que le decía. Tenía unas inmensas ganas de que ella esté aquí, que viera que solo era yo quien podía hacerlo sentir así, no ella y jamás sería ella — Clay...
— Shh, todas allá fuera tienen que ver — volví a morder suavemente — que no estas solo hoy.
— ¿Desde cuando eres tan celosa? — rió.
— Desde que te pusiste más guapo y sexy que nunca — me alejo levemente con sus manos, para darme un beso. Pero me enojé, estaba tan enojada, ahora solo quería pegarle por no querer que yo haga lo que quería hacerle.
— Creo que mejor-
— ¿Por que no quieres que lo haga? ¿Acaso no quieres que ella vea que estabas conmigo? ¿Es eso?
— ¿Que? Claro que no, Clay — intento volver a poner sus manos sobre mi pero lo aparte de mi y me bajé, — Oye, espérate.
