Una noche puede cambiarlo todo. Puede cambiar el destino de las cosas. Puede alterar tu futuro de maneras inexplicables. O también puede romper el corazón de quien más amas.
¿Cómo será verlo de nuevo después de todo lo que sucedió? Después de haber...
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Louis
Movía mi pierna con nerviosismo.
No podía permanecer aquí de pie sin moverme, necesitaba hacer algo porque la ansiedad me iba a tragar completo.
De pie desde el altar, veía como todos tomaban asiento. Me sudaban las manos como nunca lo habían hecho en toda mi vida. No había estado así de nervioso desde el día en el que audicione para The X Factor.
Me cagaba de miedo.
¿Si decía algo mal?
¿Y si Claire se arrepentía a último momento? Joder, no. No creía que pudiera hacerlo.
Ella estaba tan emocionada con todo esto. Sonrío inconscientemente cuando recuerdo como se veía de entusiasmada escogiendo los detalles para la ceremonia. Como sus ojos se iluminaban cada que debía tomar una decisión.
Por eso no me importó cuanto gastaría, el dinero era lo de menos, verla así de feliz, era todo lo que quería.
Le doy una mirada a mi al rededor. Todo se veía increíblemente hermoso. Cada detalle, cada rincón, estaba parcialmente decorado, el mismo patrón, los colores combinaban demasiado bien.
No me importaban cuantos millones de dólares me gastaba. Me iba a casar con el amor de mi vida, la única mujer que logró tenerme completamente a sus pies, tenerme completamente indefenso, eso era lo único que me importaba.
— Louis, ya están llegando.
Y ahí es cuando perdí el control.
Todos se pusieron de pie. Junté mis manos por delante de mi cuerpo, cerré los ojos e inhalé aire.
Mierda me va a dar un derrame en cualquier momento.
En ese momento, la vi.
Juro que cuando mis ojos la vieron caminar, con el vestido blanco, fue como ver el cielo, el cielo en su totalidad.
No sabía si todo iba muy lento o si iba demasiado rápido. Mi mundo se me detuvo. Solo tenía los ojos puestos en ella.
Se veía hermosa.
Parecía un ángel.
Entonces lo supe. Absolutamente todo lo que había hecho por cambiar, por ser mejor para ella, el arriesgarme a pedirle una segunda oportunidad, absolutamente todo, valió la pena.
Siempre fue ella.
(reproduzcan la música de multimedia, para entrar en ambiente)
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