Una noche puede cambiarlo todo. Puede cambiar el destino de las cosas. Puede alterar tu futuro de maneras inexplicables. O también puede romper el corazón de quien más amas.
¿Cómo será verlo de nuevo después de todo lo que sucedió? Después de haber...
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El debate de que nombre le pondremos a la bebe ha comenzado oficialmente. Cada día que Louis llega del estudio o del canal, trae una idea nueva y a mi no termina de gustarme.
Quedamos que nos pondríamos de acuerdo con el nombre de nuestra hija, así sólo tendría uno y no sería como antiguamente era. No podemos pensar en un nombre y mucho menos lo haremos si son dos. Igual, si se ponen dos nombres, tienen que combinar.
Y hoy es uno de esos días en los que nos sentamos en el sillón de nuestra sala y nos ponemos a pensar en todos los nombres que se nos ocurran, y así luego vamos descartando los que no nos gustan.
— ¿Sofia? Es lindo y tierno — dice el. Asiento mientras meto otra fresa a mi boca. ¿Por qué eran tan ricas? — ¿Puede ir a la lista de los más probables?
— Yo creo que si. — continuo comiendo las fresas junto a la nutella que mi querido novio me había comprado ayer.
Estaba concentrada comiendo, cuándo sentí que mi bowl es arrebatado de mis manos. Miro enojada a Louis y él solo sonríe.
— ¡Hey!
— ¿Cómo es que le das toda tu atención a un poco de fresa con chocolate y no a tu novio y padre de tu hija? — ruedo los ojos al escuchar su drama.
— Lou, amor, por Dios. — me acerco a él, dejo un corto beso en sus labios e intento alcanzar mis fresas pero él las aleja más — Prometo que te pondré atención ¿si? Pero si no me das esas fresas ahora mismo, soy capaz de convertirme en una embarazada ninja.
— Te las devolveré pero debes de prometer que me pondrás atención al escoger el nombre de nuestra hija.
Estaba por asentir cuando siento un dolor más que conocido en mi vientre. Cierro los ojos, trato de respirar para controlar el dolor y las constantes punzadas. En el último chequeo la doctora nos explicó que en este mes, los movimientos de la bebe serían más intensos. Pero es que ella no se movía hasta que no escuchaba a Lou.
— Hablando de nuestra hija, se acaba de mover — como todas las otras veces en las que le cuento que ella ha reaccionado a su voz, me mira con los ojos iluminados — Esta niña definitivamente va a quererte más a ti que a mi.
— ¿Enserio? — muevo la cabeza asintiendo — ¿Enserio bebé? — acercó su cabeza a mi barriga, dejó un beso, como suele hacer siempre. Yo solo lo observo, totalmente hipnotizada y enamorada de la escena — serás la princesa de papá, eres mi princesa y te prometo que nada malo te sucederá. Ni a ti ni a tu mamá.
Lo atraigo hacia mi y lo beso. Estaba tan feliz, estaba tan orgullosa de lo fuertes que hemos sido y de cómo estamos avanzando. Este bebé, era todo lo que yo necesitaba, tal vez todo lo que necesitaba era este regalo.
— Me gusta Cassandra también. — una vez que nos separamos continuamos con la elección de los nombres — siempre que pensé en tener una hija, solo pensaba en que tenga ese nombre. Podríamos decirle Cassie de cariño.
