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La verdad que buscar el vestido de novia era la cosa más difícil que existe en este mundo. Si de por si, ya soy una persona indecisa, escoger la prenda que vestiría en el que podría ser el mejor día de mi vida, no ayudaba mucho.

Mi madre insistía que debía quedarme con el primero que me probé. Pero yo estaba indecisa. Estaba entre usar un vestido completamente suelto o uno pegado, con estilo de sirena.

— Mamá, ¿no puedo usar dos al mismo tiempo? — ella rueda los ojos — Es que no me decido.

— Cariño, ambos te quedan espectaculares. Yo cuando me case, estaba embarazada, ninguno de todos los vestidos que me probaba me cerraban.

Buen punto.

Mamá me acompañó a comprar el vestido. Ahora que por fin nos mudamos a Los Ángeles, me sentía mucho más acompañada. Ella no siempre estuvo ahí para mi en el pasado, y quería que al menos en la preparación del momento más importante de mi vida, este presente.

— ¿Te gustaría el velo más largo? — la diseñadora y dueña de la tienda, me preguntó. Ella era muy amable y enserio le agradecía la paciencia que tenía conmigo — Tal vez podríamos cambiarlo y así te guste más.

Estábamos en una de las mejores diseñadoras de Los Ángeles. Yo quería algo un poco simple, no planeaba tener un vestido más caro que el de la princesa Diana.

— Estoy indecisa por si usar el corte princesa o sirena — le explico — Creo que estoy indecisa entre 5 vestidos.

Todos los que estaban ahí ríen. Les agradecía mantener todo más ligero para no sentirme tan estresada. Creo que ya estábamos aquí un poco más de una hora.

Mi pobre bebé estaba aburrida y la entendía. Podía ver que tenía un puchero y quería llorar. Me acerque un ratito, para calmarla y darle algo con lo que se pueda distraer. Ella estaba en brazos de mi mamá.

— Haremos algo, te probarás cada uno de todos los que te gustaron una vez más, y te tomaremos una fotografía. Al final, vemos los 5 y así tal vez te decides.

— Me parece buena idea.

Que comiencen los juegos del hambre.

Entro al vestidor y me pruebo el primer vestido. Me ayudan a ponérmelo correctamente, los zapatos, el velo, de manera que todo quede tal cual me lo pondría ese día.

— ¿Que tal?

Al salir me encuentro con alguien más que solo mi mamá, mi hermana estaba aquí también. Ella cuando me ve, esboza una sonrisa gigante. Estaba con Crystal entre sus brazos.

— ¡Te ves preciosa!

No me importa estar con el vestido, corro hacia ella y la abrazo, con cuidado de no aplastar a mi hija.

— ¡No me dijiste que vendrías! ¡Creí que estabas ocupada con el álbum! — eso fue lo que me dijo, y ahora que lo pienso creo que solo fue para darme esta sorpresa.

— Jamás me perdería todo esto, Clay. Sabes que pedí demasiado porque estés aquí, no desperdiciaría la oportunidad. Además, extrañaba con todo el corazón a la sobrina más hermosa de este mundo.

Crystal solo sonríe al verla y juega con sus mechones rubios. Crystal era la niña más amorosa que existía, lograba entablar una relación emotiva con cualquiera que la tenga entre sus brazos.

𝑨𝒍𝒘𝒂𝒚𝒔 𝒚𝒐𝒖 | 𝗟𝗼𝘂𝗶𝘀 𝗧𝗼𝗺𝗹𝗶𝗻𝘀𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora