𝓕𝓵𝓸𝓻𝓮𝓬𝓮 𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓔𝓼𝓬𝓸𝓶𝓫𝓻𝓸𝓼

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸

-Son demasiadas tareas, seguramente por eso mis hermanos se fueron de casa.

-¿Por qué?

-Para no obedecer a mi padre.

-Seguramente, pero igual puede que ellos se quieran independizar y conocer el mundo.

-Tienes razón, es hora de madurar... Quiero irme de casa.

-Vanya, tus padres te buscarán y se preocuparan por ti.

-Claro que no, Tim ellos no notan mi presencia.

-Si ya no quieres estar en tu casa, puedes irte a vivir conmigo los días que quieras -sonrío amable.

(...)

Narra Vanya

Ya habían pasado algunos meses desde mi llegada a la casa de aquel ruloso.

Su familia me dio asilo, en su no tan pequeña pero agradable casa.

Podía sentir el calor de hogar, la calidez en cada una de las cosas, nada comparado con la mansión.

Tim junto con su madre me ayudaron a ingresar en la escuela, la misma a la Tim asistía.

Su madre Cristal me enseñó a cocinar, tejer, lavar a mano y muchas cosas más.

(...)

-Bien, aquí dice que debes memorizar los números del 1 al 100

Al no querer aprovechar de la buena bondad de la familia que me cogió en su hogar, decidí trabajar.

Un trabajo que se ajuste a mis horarios, en el yo fuera mi propia jefa y me agradará.

Niñera, si cuido niños de 1 año a 12 años.

- Recuerdo del 1 al 20 -mauri, el niño de 6 años que cuidaba era muy inteligente, demasiado para su edad.

-Ahora del 20 al 30 -pedi amablemente

-21, 22, 23, 24 -la puerta se abre y de esta entra Tim

-Hola Mauri y hola Vanya -saluda amablemente y se dirige a la cocina

-Repasa hasta donde puedas y ahorita que regrese me los dices ¿Si? -me dirigí a Mauri para luego ir detrás de Timoteo.

-Oye Vanya en la tarde iremos a casa del Tío Nicolás, organizo una carne asada y quiere que este toda la familia.

Asentí con una sonrisa, me emociona saber que pertenezco a una familia, ellos me demuestran cariño apresar de ser ajena a su familia.

Apocalipsis
Cinco y Helena

Narradora

-¿Encontraste algo Cinco? -pregunto Helena desanimada-.

-Nada ¿Y tú?.

-Un insecto -contestó entre dientes-

-Delicioso, podemos acompañarlo con una jugosa carne de rata, Cierto no hay ratas porque murieron de hambre -dijo sarcásticamente-.

- Agh puedes dejas tu sarcasmo de lado, mi criatura morirá de hambre -acaricio su vientre-.

- Si te refieres a la lombriz que habita en tu estómago...

-Esa murió de hambre hace mucho -contestó Helena
amargamente

-Igual que las ratas -ambos rieron-.

(...)

-Oye Cinco -llamo su atención- ahora que lo recuerdo papá tenía un libro sobre viajes en el tiempos.

-Si, dijo que me lo daría cuando estuviera listo -recordando-.

-¿Y si vamos a buscar el libro?

-¿Buscar el libro? -abrió más los ojos y alzó las cejas- ¿Para que?

-Piensa, tal vez ahí venga una solución para nuestro problema -señalo el lugar con sus manos-.

-Helena seguramente ese libro ya no existe, el fuego lo destruyó -dijo sin importancia y siguió en lo suyo-.

-Pero, puede que se haya salvado y se encuentre entre los escombros -se acerco rápidamente a Cinco-.

-Helena, sería un viaje de mucho tiempo, caminado -recalco lo último-.

-Pero puede que sea nuestra pase par salida, vamos caminar unos días para salir de este lugar -exclamo

-¿Y si no hay nada y solo perdemos nuestro tiempo?

-Cinco -tomo sus mejillas entre sus manos- no tenemos otra cosa mejor que hacer.

-No iremos, se hace lo que yo diga porque soy el hombre aquí -dijo firme-.

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Hola bellas

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Bye