Departamento

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Han pasado varias semanas desde que Ian comenzó a enseñarme a andar en skate, llevo varios días yendo al parque a aprender, cosa que me hace muy feliz. Ya le hablo más seguido para saber cómo está, o a veces dejo que él lo haga, pero ya hablamos casi todos los días.

Bajo la vista observando mi celular entre mis manos.

—En clases —envío el mensaje respondiendo a su pregunta sobre qué estoy haciendo ahora— ¿y tú? —pregunto.

—Trabajo —responde junto a una fotografía de su rostro, me quedo observándola, Ian es bastante guapo, y al parecer él quiere que nos sigamos conociendo.

Es algo que me asusta, ya que llevo bastante tiempo sin estar con alguien de forma amorosa. De solo recordar a Fred y como pasó todo, me da miedo volver a estar con alguien.

Suelto un suspiro saliendo del chat luego de enviar un último mensaje.

En este momento estoy en el instituto, mis clases ya terminaron. Por lo que tengo mi teléfono en la mano, sigo pasando las páginas web mientras bebo un sorbo de agua.

—¿Estás ocupada? —Mel me observa desde la puerta.

—No —respondo dejando de lado mi celular para prestarle atención.

—Mañana Eric tiene un partido muy importante, quería saber si irás con nosotras.

—Claro, ¿a qué hora? —cuestiono.

—En la casa te confirmo el horario, se pondrá feliz que vayamos a verlo —Mel me da una sonrisa y sale del salón.

Hace bastante tiempo no voy a ver a mi hermano jugar, y cada vez que tiene un partido muy importante Mel con Susi van a verlo jugar. Yo estaba lejos de Chicago por lo que pocas veces fui al estadio. Y aparte, hay tantas personas que me siento extraña ahí. Pero sé que Eric amará que vaya, y quiero estar bien con él, mantener la paz que hemos llevado desde el día que me disculpé por gritarle.

Vuelvo a tomar mi celular para seguir observando los diferentes departamentos. Todos quedan lejos de la plaza donde Ian se reúne con sus amigos, espero poder encontrar uno cerca. Ya le dije que vivía como a quince minutos de ahí. Por lo que debo encontrar algo cerca.

Ian tiene tantas ganas de saber dónde vivo que arrendaré un departamento, para que él conozca, lo decoraré para que parezca que vivo en el lugar y luego cuando me diga que puede acompañarme a casa, le diré que sí.

Específico más lo que estoy buscando para poder encontrar algo. Una página aparece en mi teléfono donde se muestra un departamento disponible. Se ve que no es enorme, pero muy bonito, y como es para mí solamente está bien. Anoto la dirección y el número de teléfono del dueño.

Me cambio de ropa y salgo del instituto al lugar donde queda el departamento, despego el teléfono de mi oído terminando de hablar con el dueño, él dijo que me estaría esperando.

Meto las manos a mis bolsillos esperando el auto que vendrá por mí, cuando llega me subo y él acelera. Me bajo, observo el edificio, empujo la puerta y entro. Camino por las escaleras hasta el piso cinco, que es donde está el departamento. Al llegar arriba veo a un señor esperándome, camino para saber si es el dueño.

—Hola, estoy buscando al dueño del departamento —le hablo.

—¿Eres Gabriela? —cuestiona, yo asiento— soy el dueño —responde amablemente— entremos.

Él abre la puerta y entramos al departamento, es bonito y muy acogedor, tiene cocina, comedor, baño, una habitación y balcón. Camino recorriéndolo un poco, creo que es el departamento que estaba buscando, su valor no es elevado por lo que podré pagarlo con los ingresos que obtengo en el instituto.

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