Aby

Feria

Mini maratón 1/3

La semana ha pasado demasiado rápido, no sé si son mis ganas de ir a la feria o qué, pero no noté como pasaron los días.

Me observo al espejo viendo mi ropa, estoy en mi departamento. Mel con Eric viajaron a Irlanda por el fin de semana a buscar a Susi. Gracias al cielo Eric tiene un pequeño descanso del fútbol e igual pudo ir con Mel. Por lo que fue mucho más fácil para mi poder salir de casa sin tener que darle explicaciones a Eric.

Apenas supe que ellos no estarían le hable a Ian para que coordine todo con Martín y Ariel, cosa que él hizo. Ellos arrendaron una cabaña en Springfield y viajaremos hoy a medio día.

Estoy demasiado nerviosa, hoy con Ian haremos dos cosas de la lista, y lo primero será viajar en tren, el viaje es largo, son tres horas hasta Springfield y sólo espero disfrutar del paisaje.

De todas las cosas que anotamos en la lista, agradezco haber comenzado con esto, es algo fácil, y creo que será relajante y hermoso.

Mi celular vibra sobre la cama, camino a ver el mensaje que ha llegado, es de Ian.

—Llego en unos diez minutos a tu departamento, ¡Estoy demasiado entusiasmado! —leo su mensaje— por mientras pon esta canción Sparks-Coldplay, segundo 54 —termino de leer.

Entro en Spotify, pongo la canción de Coldplay que tanto amo, y voy al segundo que me dijo Ian en el mensaje.

But I promise you this
I'll always look out for you
Yeah, that's what I'll do

(Pero te prometo esto,
siempre cuidaré de ti,
sí, eso es lo que haré.)

Pego el teléfono a mi pecho, la canción sigue sonando, pero lo que acaba de cantar Chris se queda en mi mente. Ian acaba de dedicarme una parte de una canción sin saber que es una de mis favoritas en la vida.

Siento que mis ojos se llenan de lágrimas, pero estas son de felicidad.

Despego mi teléfono del pecho cuando Ian dice que está abajo. Tomo mi mochila y bajo corriendo por la escalera, solo quiero llegar abajo y abrazarlo.

Empujo la puerta y veo a Ian de pie esperándome, corro y lo abrazo. Rodeo mis brazos en su cuerpo, Ian sube sus brazos y hace lo mismo, nuestros cuerpos están completamente pegados el uno al otro. Siento como su corazón y el mío laten, fuerte, desenfrenados.

—Gracias —susurro en su pecho.

Él besa mi cabeza y hace cariño a mi espalda.

—Sé que hacer cosas nuevas puede darte algo de miedo, es por eso que te prometo que cuidaré de ti, no dejaré que algo malo te pase —susurra en mi oído, me despego un poco para verlo a los ojos.

—Eres increíble —él sonríe, Ian tiene una sonrisa muy bonita, cuando lo hace es como si todo el mundo se iluminara por completo, es como si la vida ya no fuera tan gris, si no, de un lindo color brillante.

Vamos, los chicos nos esperan en la estación, ya deben haber llegado.

Ian sube a su skate y yo también, amo que nos movilicemos en las patinetas por Chicago, no sé si me gustaría subir al metro, rodeada de demasiadas personas. Aunque supongo que en el tren igual irán demasiadas personas, sólo espero poder sentarme en la ventana para ir mirando el paisaje que pasaremos hasta llegar a Springfield.

Sigo a Ian por las calles de Chicago, él observa a todos lados cuando debemos cruzar alguna calle, ya que en la ciudad andan demasiados vehículos.